Amor Apocalyptico [✔] +18

5. Rebeldes.

Karma

¿En qué te estás metiendo, Karma?
Anoche estuve a punto de contarle mi historia a Evan y no puedo permitir que eso ocurra, nadie puede saber eso, sobretodo porque también es algo nuevo para mí, algo que nunca pasó por mi mente, al menos, hasta que llegué a esta ciudad.

Me levanto de la cama y a regañadientes bajo a desayunar, pero para mi mala suerte, casi vomito al ver a Luna y a Carlos besándose asquerosamente en la entrada de la cocina.

—¡Búsquense un hotel, guarros!— les grito pero como siempre, me ignoran.

Tomo un tazón de cereales y mi leche, y me dirijo hacia la sala, enciendo la televisión pero la apago a los 2 minutos porque sencillamente, la programación es un asco. Termino mis cereales en silencio mientras ignoro los sonidos que suelta mi querida hermana y al terminar, me dirijo hacia mi habitación.

En cuanto pongo un pie dentro de esta, mi teléfono suena y al encenderlo veo que es una llamada entrante de Zach, sí, todos hemos intercambiado números. No lo hago esperar más y contesto.

—¡Zachy!— chillo y él se ríe del otro lado de la línea.

—Hola, Karma, ¿tienes pensado hacer algo el viernes por la tarde?

Directo al punto, me gusta.

—Ehm...no, ¿por qué?

—Los chicos quieren venir a mi casa a hacer una pijamada y pensamos en invitarlos a ti y a Jonah. ¿Le puedes avisar por mí?

—Claro, seguro que se apunta.

—Genial, nos vemos en la escuela.

—Adiós, Zachy.

Finalizo la llamada y una enorme sonrisa se forma en mi rostro, me alegra saber que pensaron en invitarnos. Desde niña he amado ver las fiestas de pijama en las películas, pero nunca he tenido la oportunidad de asistir a ninguna, ya saben, el pelo y sus problemillas.

Alejo esos pensamientos innecesarios y me alisto para ir al colegio.

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La primera hora de clases se pasó tan rápido que estoy seriamente considerando que la profesora no se sentía del todo bien, la profesora de cálculo suele ser la que más se extiende en sus clases, por eso me sorprende. Ahora me dirijo a mi segunda clase, pero las cosas nunca salen como uno las planea al parecer, o quizás a mí es a la única que todo parece irle mal, porque Evan Jones no estaba en mis planes para hoy.

—¡Hey, copito!— lo escucho gritar, pero sigo de largo.

Doblo la esquina pero a los dos segundos siento una mano que me agarra por la cintura y me detiene.

—¿Huyes de mí?— susurra en mi oído.

—Ya quisieras— me suelto de su agarre y sigo caminando.

—¿Vas a clases?— me pregunta y yo solo ruedo los ojos—. ¿Dónde quedó la chica rebelde?

Solo te está provocando, Karma, no caigas en su juego. Solo es una provocación.

—Ya veo que no tienes el valor de hacer algo divertido.

Ya está, a la mierda el autocontrol. Siempre he sido una chica muy impulsiva y nunca digo que no a un reto. Llámenme idiota, pero así es como pienso y no tengo planeado cambiar.

—¿Qué quieres hacer?— le pregunto y una sonrisa victoriosa se forma en su rostro.

—He escuchado que el director pintó una pared hace poco. Estaba pensando que quizás deberíamos adornarla.