34. Sonido desgarrador.

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El día de ejecutar el plan finalmente ha llegado. Me levanto temprano en la mañana para verificar que todo esté en orden, solo hay una oportunidad para hacer esto y tiene que salir bien. Max no puede saber que ya he descubierto su escondite, o al menos tengo una sospecha, y de verdad espero que estén ahí.

«Solo tú sabes donde todo comenzó»

Sus palabras llegan a mi mente y suspiro. Sé exactamente a qué se refiere, el lugar donde todo comenzó, donde descubrió lo que era ser asesino, donde la adrenalina corrió por todo su cuerpo ante el sonido de un disparo, donde su primera sonrisa retorcida tuvo lugar y lo más importante, donde nació ese monstruo, la casa donde mató a sus primeras víctimas. La chica que él quería y el futbolista que salía con ella.

Jonah baja las escaleras soñoliento aún y yo lo observo en silencio aún pensando que esto es mala idea. Anoche se quedó a dormir en el cuarto de invitados, y Hell le prestó un poco de ropa para que estuviese cómodo.

El rubio terco me pasa por el lado y se dirige a la cocina, lo sigo y me siento en una de las sillas. Él coge un vaso y lo llena de jugo lentamente para luego voltearse hacia mí y beber un sorbo.

—¿Ya es hora?— pregunta él y yo asiento—. Iré a cambiarme— se dirige a la puerta y me mira otra vez—, y no intentes irte sin mí. Hell está en la entrada para atraparte si lo haces.

Dicho eso se va y yo me quedo pensando. Es obvio que Hell hará algo así, él nunca me dejará ir sola, es un terco al igual que Jonah, y no hay nada que pueda hacer contra eso. Me levanto de la silla y subo las escaleras para cambiarme de ropa y esperar por Jonah. El momento de la verdad ha llegado.

Max White

Aburrido.

Los días siguen pasando y Karma no llega. Creí que eras más lista, guapa. Sonrío para mis adentros y me levanto de la silla en la que estaba para bajar las escaleras y ver a mi pequeña prisionera, quien seguro se alegrará de verme, o no.

Llego a la sala donde ella está amarrada y la miro divertido, Luna me fulmina con la mirada y me siento delante de ella.

—Me sorprende que aún tengas energía para hablar después de todo lo que te he hecho— le digo y ella bufa.

—Jamás dejaré que me destruyas, Karma vendrá por mí en cualquier momento.

Sonrío.

—Eso solo lo dices para intentar convencerte a ti misma, ¿verdad?

Ella no dice más nada y tomo ese silencio como un sí. En el tiempo que llevamos aquí he jugado mucho con Lunita, al principio se hizo la rebelde, no comía, no me hablaba, no hacía nada, pero cuando comencé con los juegos se dio cuenta que no iba a conseguir nada evitándome, solo empeoraría su situación.

El primer juego que hicimos fue el cazador y la presa. La dejé en el bosque y ella tenía que huir de mí, pero obviamente la atrapé. ¿Cuál era el castigo para el que perdiese? Sangre. Tomé un cuchillo y lentamente le hice un corte en la mano mientras la escuchaba gemir de dolor y suplicarme que me detuviese.

Después de ese vinieron muchos más juegos y más sangre derramada por su parte. Si yo fuese otra persona, Luna tendría los muslos llenos de cortes y las manos de moretones, pero por el amor que siento por su hermana, no lo he hecho. Además, ¿por qué le haría tanto daño a quien me va a ayudar a reconquistar a mi chica?

La rubia ha intentado escapar muchas veces, pero soy más fuerte que ella en todos los sentidos, así que al final se rindió y comenzó a aferrarse a la idea de que su hermana vendrá a salvarla.

Amor Apocalyptico [✔] +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora