Amor Apocalyptico [✔] +18

24. Fantasmas del pasado.

No ha cambiado nada, sus ojos negros son tan fríos como los recordaba, su cabello también negro está despeinado dándole el toque de chico misterioso y una sonrisa burlona se encuentra plasmada en su rostro. Su gran altura y su cuerpo perfectamente bendecido siguen intimidando como la primera vez.

Va vestido con un traje negro y blanco, miemtras que un reloj de oro se asoma por su mano izquierda. Parece más maduro, centrado, siendo sincera, viéndolo ahora, creo puedo decir que por primera vez en mi vida, tengo miedo, y solo una pregunta gira por mi cabeza, ¿cómo nos encontraste, Max?

El chico en cuestión camina hasta quedar frente a mí a escasos pasos, y yo me coloco delante de Luna por instinto, lo que provoca que él se ría abiertamente.

—¿Temes por tu hermanita, Karma? ¿O ya no la consideras una hermana?

Solo te está provocando, Karma. No caigas en su juego.

—Vete de aquí, Luna— le digo a mi hermana, pero no aparto los ojos de Max.

—Oh no, ella se queda— dice él riéndose.

—He dicho que se va y no me provoques.

Max levanta las manos en señal de rendición y le hago una señal a Luna para que se marche. Ella me mira preocupada, pero se marcha, no sin antes decirle que no llame a nadie, todavía no sé de lo que es capaz este chico actualmente.

Max se queda mirándola en silencio mientras se marcha y una vez que la ha perdido totalmente de su campo de visión, vuelve a mirarme a mí. Una sonrisa se forma nuevamente en su rostro y yo mantengo mi expresión neutral.

—¿No me temes, Karma?— pregunta en un tono divertido.

—Tú no me temes a mí. ¿Por qué debería de hacerlo yo?

Él se ríe ante mi comentario y yo lo miro con cautela. ¿Qué pasa cuando dos corrientes totalmente peligrosas se juntan? No lo sé, pero créanme que estoy muy cerca de averiguarlo.

—Veo que sigues igual de divertida como siempre— Max se acerca a la puerta y se voltea hacia mí antes de hablar nuevamente—. Nos volveremos a ver, Karma Blame.

Cierra la puerta al marcharse y yo me quedo mirando al lugar donde ha estado hace unos segundos. Millones de preguntas pasan por mi cabeza como si se tratase de un maratón, pero no consigo encontrar la respuesta a ninguna. ¿Mi vida puede ser más complicada? No lo creo.

Destiny aparece en la sala nuevamente como si no hubiese pasado nada aquí hace cinco minutos y me sonríe de lado, se acerca a mí y yo la miro extrañada.

—Irás al baile de San Valentín, ¿verdad?

Mierda, San Valentín, lo había olvidado por completo con tantos líos.

—Tú no querías ir, según recuerdo— le digo y ella se encoje de hombros—. Vale iré.

Destiny me sonríe de boca cerrada como siempre y sube las escaleras sin decir ni una palabra más. Volteo a ver una vez más la puerta y suspiro antes de subir a mi habitación yo también, esperemos que este baile nos ayude a olvidarnos de todos estos acontecimientos.

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El lugar acordado para el supuesto baile está totalmente adornado, lleno de globos en forma de corazones y pequeñas tiras plateadas y rojas se encuentran colgadas de las lámparas. En las paredes hay varios letreros con mensajes amorosos y escucho a Destiny bufar a mi lado, a ella no le va mucho el rollo amoroso, así que este no es precisamente su aire, pero igual quiso venir.

Volviendo al tema de la decoración, hay una gran mesa llena de todo tipo de dulces y ponche, el salón está lleno de mesas, pero hay un espacio lo suficientemente grande como para bailar, la música es movida y varias personas se encuentran bailando ya, o hablando en las esquinas.