Amor Apocalyptico [✔] +18

7. La rebeldía y sus consecuencias.

Por si Wattpad no les avisó, hay un capítulo antes de este, así que lean el anterior para que entiendan ;)

Ahora sí, a leer.

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Karma

Por favor, démosle un fuerte recibimiento al lunes, sí, lunes, lo que significa, Universidad. Sí, el día entero dando clases, lo han captado bien. ¿Se nota el tono de odio mi vida o tengo que ser más evidente?

La mañana pasó de la forma habitual, clases aburridas y profesores insoportables. Además, me toca, para cerrar con broche de oro, al final del día, el estúpido castigo del director, así que aquí estoy, parada frente a la estúpida cosa de cemento y sabe dios qué más se le echa a estas mierdas.

Evan y yo llevamos toda la tarde pintando esta pared y el trabajo no parece acabarse nunca, a él no parece importarle mucho, pero a mí esto me tiene al borde de un colapso, y no, no estoy exagerando para que ni se les ocurra pensarlo.

—Pareces aburrida, copito— comenta Evan divertido.

—¿Te parece?— pregunto sarcásticamente y vuelvo a mi trabajo.

—Podemos hacer algo divertido cuando terminemos.

—¿Como qué?— pregunto curiosa.

—Te llevaré a mi lugar favorito, solo si prometes no decirle a nadie dónde queda.

¿Me está pidiendo una cita?

—No lo sé, ¿a tu novia no le molesta que salgas con más chicas?

—¿Desde cuándo te dan miedo los retos?

No sé cómo lo hace, pero siempre me desafía de una manera que no puedo decir que no. Es su don, y para mi desgracia, es un don que usa muy bien a su favor.

—Vale, pero primero tendrás que cambiarte de ropa.

—¿Qué estás...?— comienza a decir, pero tomo la brocha que está en mi mano y lo ensucio.

—¡Ups! Parece que te has manchado— le digo divertidamente y él se ríe.

—Tienes dos segundos para correr porque vas a pagar por esto.

Empezamos a correr por todo el jardín de la escuela como dos locos que acaban de fugarse del manicomio y no puedo dejar de reírme. Debo admitir que es muy rápido, pero no me alcanza. Intento escapar por más tiempo de él, pero logra atraparme y me amenaza con una brocha en su mano muy cerca de mi cara.

—Ahora no te parece tan divertido, ¿verdad?

—No vayas a hacerlo, Evan— digo entre risas.

—Tú empezaste esto, copito, yo solo te seguí el juego— dice en mi oído y noto como se me eriza la piel.

—¡Evan!— salvada por la campana o más bien por una Laura muyyy enojada—. ¿Qué estás haciendo?

Evan me suelta sin mucho apuro y camina hacia ella con una mano en el bolsillo de su overol y la otra sosteniendo la brocha con la que anteriormente pensaba ensuciarme.

Su novia lo mira seriamente esperando una respuesta y cuando ve que Evan no tiene intenciones de dárselas lo señala con el dedo y le dice algo que no logro entender muy bien.

—Tranquila, Lau—intenta tranquilizarla el pelinegro—. Solo estábamos...

—Se llama diversión, sabes lo que es, ¿no?— pregunto desafiándola y ella me mira como si no se creyese lo que acaba de pasar.