26. Las reglas de un asesino.

88 15 72
                                    

Evan Jones

—¡Ni hablar! No lo haré.

Karma solamente me dice eso desde que salimos del parque y yo estoy comenzando a perder la poca paciencia que tengo. Estamos en su casa debido a que ella no quiso hablar de esto en el parque, o más bien salió corriendo y yo tuve que perseguirla hasta aquí. No entiendo por qué se niega a ayudarme, ella es una asesina, debería serle muy sencillo enseñarme.

Subimos a su habitación y ella se tira en su cama, cierro la puerta detrás de mí para que los hermanos no nos escuchen y ella se levanta sobre sus codos mientras me mira fijamente, por primera vez en todo el tiempo que hemos pasado juntos logro ver una emoción en su rostro que no sea una expresión vacía o burlona, enojo, puro enojo en sus ojos marrones.

—¿Por qué yo?

Su pregunta me toma por sorpresa, pensé que me preguntaría por qué quiero ser un asesino, pero no lo hizo.

Vacilo unos segundos antes de hablar, debo cuidar bien mis palabras si quiero que ella me ayude con esto. La verdad solo quiero vengar a Carlos, Luna está devastada y mi mejor amigo también, así que haré cualquier cosa para que ellos vuelvan a ser los mismos de siempre, incluso si eso incluye encontrar al asesino de Carlos y matarlo con mis propias manos, aunque sé perfectamente que lo que en verdad quiero, es saber otra cosa.

Mantengo mi distancia y tomo aire antes de hablar, sé que sabe cuándo miento, así que tengo que ser sincero.

—Porque Hell está bajo sospecha.

Ella no parece dudar que lo que estoy diciendo sea la verdad y se levanta para ponerse delante de mí.

—¿Sospechas de Hell?— pregunta.

—No lo sé— y es la verdad.

—¿Por qué debería ayudarte? Pensaba que no querías involucrarte con una asesina, y ahora resulta que tú quieres ser uno.

—Solo necesito que me ayudes con esto, no te pido más nada. Después puedes seguir con tu vida, ser novia de Jonah o de ese hombre del parque, lo que quieras.

Karma vuelve a mostrarme esa mirada que no logro descifrar y siento como mi cuerpo completo se eriza. ¿Qué estás pensando, copito? Recuerdo la primera vez que le dije ese apodo y la mirada asesina que me lanzó, ojalá y pudiésemos volver a esos tiempos donde no existía nada más que nosotros dos.

—¿Qué harías si te dijera que yo lo maté?

Y otra vez Karma logra sorprenderme con sus preguntas inesperadas.

—Sé que no lo hiciste.

—Es obvio, yo estaba junto a ti cuando lo mataron— hace una pausa y se acerca más a mí—, pero hipotéticamente hablando, supongamos que yo te enseño a ser un asesino. ¿Qué harás cuando estés delante del responsable de la muerte de tu amigo? Y si es una persona que conoces, ¿te atreverías a matarlo?

Silencio.

No sé qué decir, porque solo el hecho de imaginarme que el asesino puede ser alguien que yo considero un amigo, me pone realmente incómodo.

Karma se ríe irónicamente y baja las escaleras corriendo, sé que quiere que la siga, por lo que no me queda más remedio que hacerlo.

Bajamos al segundo piso y ella se dirige a una puerta que supongo que da paso al piso inferior. Bajamos unas escaleras muy oscuras y siniestras, y al llegar al último escalón, Karma entra en una habitación, hago lo mismo que ella y lo que veo me deja helado de pies a cabeza.

Un hombre joven, vestido de traje, pero ensangrentado, se encuentra atado a una silla y comienza a emitir sonidos de auxilio que apenas se entienden,  debido a que tiene una mordaza en la boca para que no hable.

Amor Apocalyptico [✔] +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora