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Horas antes de la desaparición de __________.
Pov normal.
La pelinegra estaba acostada en la cama de una habitación del hospital, tenía una bata azul con varios parches en el rostro, su respiración era tranquila, tus ojos se abrieron.
—¿dónde estoy?... —estabas desorientada —¿ah?
A un lado de la cama había ropa nueva con unos tenis, te sentaste con cuidado sobre la cama, alzaste tu bata para ver tu abdomen vendado.
—¿que fue lo que me paso?
Oíste la puerta abrirse, viste a alguien que no conocías, era un hombre de unos 30 años.
—estas despierta _______—sonrió.
—¿quién es usted, y qué hago aquí?
—tuviste un accidente en tu auto, uno de mis hombres te salvo y mi nombre es ayamato
—¿por qué me salvo?
— digamos que ambos somos familia, tu padre estaba metido en cosas ilegales, tal parece que esas personas querían asesinarte como venganza por las deudas.
—¡¿que?!
—no te alteres, necesito que te alejes de tokyo lo mas lejos que puedas para que así no ocurran cosas peores, yo me haré cargo de las personas que trataron de matarte.
—pero.... ¿A dónde se supone que deba ir? —miraste el piso al recordar a los black dragons.
—puedes venir conmigo — se dirijo a la puerta —una cosa más, nadie debe saber de esto.
Salió del lugar dejándote ahí, pensaste un poco pero al final accediste,tomaste la ropa para ponertela, al salir de la habitación tomaste cuidado de que nadie te viera, afuera estaba una persona con un uniforme rojo de una pandilla, llevaba puesto una máscara negra, señaló dentro.
— bien, creo que esto será divertido.
— AÑOS DESPUÉS —
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Muchas cosas habían sucedido en tu ausencia, la muerte de tu amigo de la infancia, las nuevas generaciones de los black dragons, y lo de Mikey eran cosas que apenas podías procesar.
Estabas nerviosa por lo que harías, verías devuelta a akashi, keizo y wakasa después de tanto tiempo.
— ¿tendré que cuidar de hanagaki Takemichi? — le preguntaste a ayamato.
— si, les aconsejé que te reclutaran..... ¿Habías dicho que ellos eran tus amigos, verdad?
— ¡si!, estaré muy feliz de verlos después de tanto tiempo — hablaste con emoción.
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Estabas a lado de senju, tenías puesto el uniforme de brahman.
— ya sabes que hacer, solo encargate de south
— okey — viste como ella salió corriendo dentro de la pelea — ¿como estarán esos tres?
Tuviste que interferir en la pelea por órdenes de la albina, golpeaste la pierna de south para hacerlo caer al pisó.
—¿quién es ella? —oyó un susurro.
—no lose.
Se levantó con cuidado para ponerse a la para de takeomi, el solo sonrió sabía quién era por el estilo de pelea que tenía.
— te tardaste _____.
—perdón por la tardanza —se quito la capa — tuve varios problemas.
Todos quedaron sorprendidos al verla otros no sabían quién era, otros si gracias a los rumores de años atrás.
—{ Dios matame} — pensó con nervios.
—pero si es el fantasma de los black dragons, _________ yamamoto—sonrió terano —¿no estabas muerta?
— sólo desaparecí y ya me creían muerta.
— ¿te secuestraron o algo así? — preguntó un Moreno grande — ¡te extrañe ________! — la abrazo.
— yo igual — miro a un bicolor — hola~
El la miró, ¿como podía estar feliz después de muchos años desaparecida?, ahora no le importaba eso, lo único que quería ahora era abrazarla.
Después de algunos inconvenientes se retiraron, estuviste a lado de Takeomi todo el tiempo hablando de los años que no estuviste con el. Pero la mirada de cierta persona no se apartaba de ti.
Akashi y senju tuvieron que ir por hanagaki, tu te quedaste con wakasa.
— eso es malo para tu salud — hablo al ver como sacabas una caja de cigarros.
— y lo dices tu....
Un silencio se formó en el lugar, no sabias como mirarlo al rostro, según lo que te contó Takeomi, fue uno de los más afectados por tu desaparición, el ya te creía muerta.
— ¿has tenido pareja? — preguntó para romper la tensión.
— no..... Tengo que irme, nos vemos después wa-
No le dio tiempo de reaccionar cuando el en un ágil movimiento la detuvo entre sus brazos.
Por el beso paso el humo a su boca, quiso separarse de él pero los brazos del contrario no lo permitían. Metió su lengua en su boca para jugar con la suya, el arete en la lengua de la femenina hacia el beso más apasionado.
— ¿y eso? — preguntó después de separarse.
— tenía muchas ganas de hacerlo, pero te fuiste — le sonrió — me gustas, esta vez no te dejaré sola ______.
¡Por fin terminó la otra parte de wakasa!