Capitulo 38

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《El nuevo bebé》


En aquel momento, todo el entrenamiento que recibió para trabajar bajo presión e incluso con un arma apuntándole a la cabeza se fue al carajo, simplemente olvido todo y entro en pánico.

— ¿Qué hago? — Sus manos temblaban mientras se movían en todas las direcciones, pero mantenía sus ojos en Danny —. ¿Qué hacemos?

— ¡Llévame al hospital Idiota! — Danny por fin hablo, bastante molesto y comenzando a palmearlo con fuerza —. Trae las cosas del bebé, llévalas al auto y luego nos llevas al hospital ¡Rapido!

Steve asintió aun nervioso y corrió al interior de la casa, tomando la maleta que habían preparado previamente con las casas de su pequeño, casi se cae por las escaleras bajando a toda velocidad.

Para su suerte Chin y Lou habían ayudado a Danny metiéndolo en el auto para cuando salió, se subio de inmediato, se acomodó al lado de Danny y le ofreció su mano como apoyo.

Emprendieron su camino al hospital con rapidez, Chin conducía rápidamente, pero con prudencia mientras su esposa llamaba al hospital para que los esperaran. Danny por su lado solo gemía con fuerza, adolorido y gritándole a Steve miles de barbaridades.

Cuando llegaron ya los esperaban, Danny fue puesto sobre una camilla y alejado de los demás rápidamente seguido de Malia. Steve estaba por seguirlos cuando una de las enfermeras que previamente había conocido y podía decirse que era su amiga lo detuvo.

— Señor McGarrett necesito que firme unos papeles antes de entrar con su esposo — Le sonrió bastante amable ofreciéndole unos papeles —. Son algunas formas de consentimiento, algunas cosas que le darán el hospital durante su estadía y teniendo en cuenta su situación, solo un limitado personal tendrá acceso a su habitación para darle la privacidad que merece.

Asintió llenando las fórmulas rápidamente, con sus manos temblorosas y llenas de miedo. Tenía que ser rapido, en cualquier momento su bebé nacería y tendría que estar presente, no podía perderse eso también.

En cuanto termino avanzaron rápidamente por los pasillos hasta llegar al quirófano, lo que era demasiado para un embarazo, pero teniendo en cuenta su historial era mejor estar precavidos.

Le prepararon para ingresar, con una bata, guantes, gorros y tapabocas para poder estar con Danny quien estaba recostado en una mesa de metal, con la misma ropa que él tenía puesta, gimiendo de dolor.

Cuando llego a su lado estaba bañado en sudor, con las contracciones más fuertes y constantes a cada segundo. Se puso a la altura del rubio y beso su cabeza mientras se acomodaba a su lado, le tomo de las manos y le sonrió.

— Volví Danno — Le susurró en la coronilla cariñoso.

— ¡Tardaste demasiado! ¿Dónde te habías metido? Por un segundo creí que haría esto solo — Se quejó en medio de un grito apretando con fuerza su mano. Steve por su parte gruño por el dolor, cosa que enfureció aún más a Danny —. ¿Es en serio? ¿Te duele? ¡Soy yo quien está dando a luz!

Todos los presentes rieron un poco, incluida Malia que estaba atendiendo a la pareja y pequeño, concentrada, pero también atenta a sus conversaciones.

— Perdóname — Se disculpo besando de nuevo su cabeza, amable —. En serio Danny, perdóname por todo, no era mi intensión que sufrieras.

— ¡No quiero escuchar tus estúpidas disculpas ahora! — Apretó con más fuerza la mano del Alfa —. Ahora solo quiero que me abraces y me digas cosas lindas, quiero que me cuides.

— Bien — Asintió, le dio un beso en la cabeza y acaricio sus brazos con cuidado —. Bien, eso hare ¿Sí? Todo lo que tu me pidas lo haré, pero ahora escúchame, necesito que respires y cuando llegue la siguiente contracción pujes ¿Sí? Justo como lo practicamos en las clases.

McDanno: Just for YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora