McDanno: Just for You

Capitulo 39

 《Sorpresas》

Ser padres no es facil y la situación en la que se encuentran tampoco ayudaba demasiado. Algunas veces no se soportaban e incluso se dijeron cosas hirientes para después disculparse y tratar de ser amables con el otro, superar aquello, pero como había dicho Steve, antes de poder avanzar un paso retrocedieron como 20.

Volvieron a ser amigos y aunque fue su petición seguir con aquella promesa era difícil o más bien, para él. Steve actuaba como lo haría un padre, además de que se preocupaba por él, pero nunca sobrepasando esa línea de amistad.

Por otro lado, Charlie se despertaba a medianoche porque tenía hambre o necesitaba que le cambiaran el pañal, antes de que Danny pudiera levantarse Steve ya se encontraba arrullando al pequeño. Su corazón se emocionaba con verlo en su nuevo papel, viéndolo feliz y por pequeños instantes se permitió pensar en positivo, en un futuro bueno a su lado, pero ¿Realmente lo conseguiría? ¿Si eran sus sentimientos reales o eran las hormonas?

Las cosas entre ellos estaban un poco tensas, porque ahora que Steve tenía que volver al trabajo, a ese maldito trabajo del sueño que él jamás llegaría a conseguir. Era estúpido, pero lo odiaba por tener ese trabajo del sueño, que su vida siguiera como si nada, que su cuerpo no hubiera cambiado por el embarazo. Lo odiaba porque él si tenía un trabajo al cual regresar.

Y no es que se arrepintiera de Charlie, claro que no, el problema fue el momento en el que llego, puso en pausa todos sus planes y tambien complico más una situación que algunas veces se pregunta que hubiera pasado si tan solo hubiera tomado diferentes decisiones.

Adaptarse a la nueva rutina fue facil, simplemente tenía que levantarse a darle de comer, desayunaba en silencio y lo llevaba al parque un rato, después iba a almorzar con Steve y por último iba con su madre para pasar el resto del día con ella y eso lo estaba matando ¿A eso se iba a limitar su vida ahora? ¿Solo a seguir una rutina que lo terminaría por consumir?

Esa mañana no iba a ser diferente a las otras. Steve se levantó temprano y salió a correr, tomo una ducha y desapareció del lugar sigilosamente, aunque es difícil de adivinar cuando duermen en habitaciones diferentes.

Cuando se levantó se estiro lentamente y giro sobre su eje para ver la hora. Se alarmo demasiado al notar que eran más de las 8 y su bebé aún no había llorado llamando por su comida. Un poco alterado se levantó y corrió a la habitación aledaña para entrar aún más en pánico, allí no estaba Charlie.

Bajo de dos en dos las escaleras y dio un salto para llegar al primer piso en tiempo récord, empezó a recorrer el lugar desesperado buscando a su pequeño, pero no había rastro alguno de Charlie y eso solo le desesperaba más. Busco por todo el lugar, la cocina, el baño, el garaje y no había rastro del pequeño, solo le faltaba buscarlo en la playa privada y aunque la posibilidad era baja lo hizo y fue ahí donde los vio.

Para ese punto estaba demasiado nervioso, todo su cuerpo temblaba sin parar y le costaba dar dos pasos sin gritar el nombre de su bebé, pero no iba a hacerlo e interrumpir aquella escena.

McGarrett se encontraba en las sillas de la casa, justo a unos pasos del inicio del mar en la playa privada, en sus brazos estaba el pequeño e indefenso Charlie con los ojos cerrados aferrándose con fuerza a sus manos mientras Steve sostenía el biberón y al pequeño apoyando su cabeza en la rubia de su pequeño.

Danny dejo escapar un largo suspiro lleno de preocupación, pero a la vez de alivio al encontrar a su pequeño y tambien de felicidad al ver tal escena. La verdad es que no sabía que sentía en ese momento.

Con cuidado Williams se sentó en la silla aledaña y recupero el aliento, aquella pequeña carrera le recordó que ya no tenía la misma resistencia de antes y posiblemente le costara demasiado volver al físico que tuvo.