Estoy otra vez con el psicólogo. Realmente odio venir aquí, pero me cansé de pelear con mi madre por algo absurdo. Lo único que hago es ignorarlo, y pasar una hora o más aquí. Ahora odio que ese tiempo lo puedo pasar con Louise y ahora estoy aquí. Sentada. Aburrida. Ugh
El hombre me habla y me pide hablar. Solo le digo lo básico, que son vacaciones y estoy aburrida. Lo típico. Siempre es lo mismo. No entiendo por qué vengo.
Salgo a las cinco de la tarde. Es viernes y faltan días para navidad.
Camino hacia un centro comercial, en busca de una tienda de peluches. Es tan clásico pero no he visto ninguno en su cama, y me gustaría que el que le dé sea el único.
Las tiendas parecen ser programadas para tener lo mismo. Solo tiene los mismos putos modelos. Comunes. No quiero que Louise tenga algo que muchos podría tener. Quiero algo que sea único, algo que no haya.
Diablos. Creo que demoraré mucho.
Pasé por muchas tiendas y no encuentro nada. NADA así con mayúscula. Es algo irritante, frustrante y jodido. Voy a la última tienda, una de recuerdos, cosas de oficina, solo para curiosear. Entro al lugar que tiene una decoración de tapizado de madera, y hay como diez estantes con objetos que no me detengo a ver porque la veo a ella.
Quiero matarla.
Tal vez no, pero quiero gritarle.
¿Qué me dijo en la mañana? Ah, iba a estar con su padre.
No sabía que su padre se veía como su amiga esa. La maldita de Diana. Esta me queda mirando de pies a cabeza. Obviamente no estoy vestida como "chica", estoy hecha una activa por así decirlo... Pantalón jean oscuro, un polo suelto, vans, y... olvide mencionar que me corte el cabello mientras buscaba el regalo. Esta pequeño, y tengo un flequillo hacia la izquierda de mi izquierda. Había crecido un poco, así que podía hacerle ese cambio. No sé si eso entra en su estereotipo de lesbiana o qué pero por su mirada parece que sí.
Ella me mira y se queda con la boca abierta. No esperaba encontrarse conmigo. Su amiga esa, la abraza y cuando la deja, su mano queda en su cadera. Eso.. no
Camino hacia ellas erguida, queriendo remarcarle a Diana que soy alta y que ella no es nada. Lo sé estúpido. Saludo a Diana con la mano y abrazo a Louise, obligando a que su amiga la suelte. Para dejarle en claro que no la puede tocar, dejo mi mano en su cadera y apego a Louise a mí. Ella no protesta pero sé que está incomoda. Ja no es mi culpa. Ella me mintió.
-¡Qué sorpresa encontrarlas aquí!- les digo con una sonrisa falsa.
Diana mira mi brazo en la cadera de Louise con odio y responde- Lo mismo digo.
Hipócrita.
-¿Qué dicen si vamos a comer algo juntas?- Les propongo sabiendo que Diana se negará.
-No puedo, es tarde pero puedes quedarte con Lou.- Dice estoy y mira a Louise, señalándole que diga que no, o algo así.
Louise solo permanece callada.
-Si ella quiere.- ella me mira y asiente.
Diana, acabo de ganarte. Esta se va con sus bolsas y yo le quito a Louise las suyas para cargarlas, ella forcejea un poco peor al final me lo permite.
-¿Así que con tu padre?- le digo controlando mi ira
-Si te decía la verdad te enojarías. Me ibas a decir que no salga- Y esa última frase es la que me hace explotar.
Tomo su mano y la guío hacia una tienda de ropa, me dirijo directo a los vestidores y cierro la puerta de uno.
-Mira Louise, yo no soy tu dueña para que me mientas o qué mierda. Soy tu enamorada, me tienes que decir la verdad, yo no te puedo prohibir nada... Error lo único que prohíbo es que esa te toque la cadera.
Ella se queda en silencio y me abraza por un buen rato. Realmente odio que me haya mentido, pero sé cómo soy y bueno. No sé. Ella me hace ser diferente. Llegó a mi vida para poner mi mundo de cabeza, mi forma de ser también. No soy la misma, soy más débil frente a ella. Es mi debilidad y mayor fortaleza.
-Te quiero muuuuuucho-me dice con voz baja.
Yo tomo su mentón y levanto su cabeza para besarla. Me inclino y sus brazos van a mi cuello, haciendo que me incline más y ella se ponga de puntillas. La beso suavemente, probando con paciencia sus labios. Poco a poco todo se intensifica y estoy a un hilo de perder la cordura.
Ella me hace desear lo más prohibido y anhelar lo más puro para ella.
Sus labios me besan con pasión, y sus manos jalan mi cabello. La escucho gemir de a pocos y cuando bajo mi mano a su pecho, sé que debo parar. Estamos en un vestidor. Me separo de a pocos pero ella no quiere hacerlo, así que me muerde el labio con fuerza antes de dejar mis labios.
-Voy a llegar con el labio rojo a casa.-le digo quejándome
-¿Y?- tan inocente.
-El que sabe, se dará cuenta que alguien me mordió
-Le dices que fue un perro- me dice riéndose por su idiotez.
Rio con ella y salimos de la tienda con dirección a su casa.
En el camino tomo su mano y ella se suelta. Confieso que me duele, pero la entiendo. Estamos obligadas a amarnos en secreto y oscuridad. En la calle me preocupa cuando cruza la pista, es algo intrépida y poco cuidadosa, además que yo camino más rápido que ella. Es un caos en mi cabeza, la felicidad de estar a su lado haciendo algo cotidiano como caminar y la preocupación porqué no le pase nada en la calle.
En su casa le doy un beso en la mejilla con ganas de dárselo en la boca. Ella me abraza, y para mi mala suerte, su rostro esta en mi cuello. Louise, con todos sus impulsos, me muerde el cuello.
Sé que quedará rojo.
Cuando llego a casa mi mama está en la sala.
Esto es una misión imposible.
Voy a morir.
Me va a matar.
Me va a separar de ella.
Definitivamente no.
-Mamaaaa- grito e imito a la perfección una arcada- quiero vomitar. - Otra arcada, mientras camino al baño- Pastilla- otra arcada.
Del fingimiento de las arcadas, vomito. Y vomito. Y lloro porque vomito. Y me río porque lloro porque vomito.
¿Louise, te enamoraste de alguien como yo?¿Así de loca?
Horas después, de encierro en el baño y que mi cuello desinflame, le cuento lo ocurrido. Ella me dice idiota y se ríe. Es bonito, alguien que se ríe contigo y contarle la idiotez de todas, con confianza y sin miedo a que piense.
Hablo con ella hasta tarde, la llamo y su voz se pierde entre sueños pero por alguna razón no puede dormir. Le digo que cuente ovejas pero ella me dice que no, ella cuenta colores. Pregunto cómo sabe qué color sigue y solo me responde "yo solo lo sé".
Ella se queda dormida y yo no. Intento contar colores pero me rindo.
Es cosa de ella. Solo espero que algún día ella cuente colores a mi lado, en la misma cama, en Nuestra cama.
Holiwi xd
Espero que les esté gustando y gracias por los comentarios, son muy alentadores!
Disculpen la demora, inicié clases y se me ha hecho difícil pero intentaré subir capítulos más largos o tal vez dos por semana.
Gracias por leer : D
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I can't Change (Lesbian love) {En edición}
RomanceHay casualidades en el mundo. Casualidades que nos cambian la vida y que hacen que todo se vea mejor. Casualidades que nos marcan para toda la vida. Ella fue mi gran casualidad. No sabía que podía enamorarme de mi mejor amiga, sólo pasó y no me arre...