— ¿Sam? —pregunté al verlo afuera de mi casa y empapado.
— ¿Me abres la puerta o tendré que entrar por la ventana como en Rapuzel?
— Claro, ya vo- ¿espera que? Como sab- —me interrumpió.
— Aquí se está callendo el cielo, ¿me abres si o no? —volvió a preguntar.
— Sisisi ya voy. —corrí hacía abajo y le abrí la puerta y entró mojando el piso.
— Te tarda- —se callo al ver que lo abracé, el me lo correspondío enseguida abrazándome por los hombros.
— Te extrañe. —admití sin soltarlo.
— Pero sólo fueron dos días. —dijo y se separó, lo raro es que quería seguir abrazándolo.
— Lo sé, pero es que estaba aburrida y sola ahora que no puedo salir, y hablando de salir, no deberías estar aquí, no me dejan traer visitas. —dije.
— Si bueno Kristy me contó lo que pasó y del castigo y sabría que te volverías loca aquí sola, así que aquí está tu mejor amigo. —dijo pero sentí algo en al decir "mejor amigo" de seguro no es importante y lo deje pasar—. Además vi que estaba lloviendo por lo que traje ropa para cambiarme.
— Bien vamos, tienes que bañarte o conseguirás un resfriado. Sígueme. —subimos las escaleras y fuimos a mi cuarto.
— Puedes bañarte y cambiarte ahí, aprovecho y me cambió también, me mojaste toda la camiseta. —le dije
— Gracias, pero te recuerdo que fuiste tu quien me abrazo. —contestó y fue.
–Si, si como sea– sólo escuché su risa, me dirigí al Closet queria estar cómoda así que busque una sudadera, al tenerla me saque la blusa que traía y me puse la sudadera.
— Listo, acabé– dijo saliendo del baño.
— Lo bueno es que mis papá tienen trabajo nocturno y regresan hasta mañana en la tarde. —dije sentandome en la cama.
— Tengo hambre, vamos a la cocina. — salió del cuarto, conmigo siguiéndolo, y bajamos a la cocina.
— ¿Quieres chocolate caliente? —pregunté sacando la leche del refrigerador.
— Claro. —dijo sentándose en la silla enfrente de la encimera.
Puse la leche a calentar mientras sacaba el chocolate del gabinete.
Al estar lista, apague la estufa y serví la leche en dos tazas.
— Ten. —le pase su taza y el chocolate.
Al terminar de prepararlos fuimos a la sala.
— Creo que tengo juegos de mesa en mi cuarto, espera aquí. —corrí a mi cuarto por el UNO. Lo encontré y baje de nuevo con Sam.
— Listooo. —el estaba sentado ahora en la sala, por lo que me sente en el sillón frente de donde estaba él.
— ¿UNO? Perderás. —pregunto.
— ¿Quieres apostar? —pregunté.
— ¿Qué quieres perder?
Me lo pensé un momento, para después contestar.
— Si tú pierdes... ¡me dejas maquillarte!
— Y si yo pierdo, yo te maquillare a
ti. —me apunto con su dedo.— Trató. —estrechamos las manos y empeze a repartir las cartas.
[...]
— Bloqueo, comes dos, comes dos y ¡GANE! ¡EN TU CARA THOMAS!
— ¡¿PERO COMO?! —se pasó las manos por el cabello obviamente frustrado.
— Deberías saber que a mí NADIE me gana en el UNO, bien vamos hay que hacerte un cambio. —lo tome de la mano y lo lleve a mi cuarto.
— Bien, sientate en la cama. —a regañadientes lo hizo—. ¿Quien te manda jugar conmigo? Ahora mira para arriba. —lo hizo y le hize un delineado y le puse tantito rimel.
— Bien, terminé. —se paro y se fue a ver al espejo.
— Oye no me veo tan mal.
— Dah, yo lo hize. —dije obvia.
— Egocéntrica.
— Idiota.
— Enana.
— ¡Pero sí sólo eres mayor que yo por 8 centímetros!. Como sea, ¿quieres que te quite eso? —apunte su cara.
— No, me veo lindo.
— Claaro, y yo soy la novia de Timothée Chalamet. —dije, el solo me miró mal—. Ya, ya es mentira si te ves lindo–dije.
— Espera, Summer Ross acaba de admitir que soy lindo. —dijo acercandoce a mi.
— Tal vez si, tal vez no, ¿quién sabe? —me hize la tonta, y me encogi de hombros.
— Admitelo, te gustó. —afirmó.
— Si tuvieras 26 años, pelo rizado, la mandíbula más marcada que mi futuro y tu segundo nombre sería Hall hasta te besaría pero como no es así, ¿que s ele puede hacer?
— Estas obsecionada con ese chico.
— Eso no te lo niego.
Narra Sam:
Empezamos a ver una serie y después de unas horas ya eran las 11:00 pm, si no me voy ahorita mi madre me mataría al llegar.— Oye me tengo que ir, ya es tarde. —le dije parandome de la cama.
— Bueno vamos, te acompaño a la puerta. —ambos bajamos.
— Me alegra que vinieras, ojalá esto del castigo acabe pronto.
— Yo también, bueno adiós– la abracé y ella también, al separarnos abrí la puerta y me fui.
Después de caminar llegue a casa, abrí la puerta y estaba mi mamá parada en la sala.
— ¿Dónde estabas y por qué no me avisaste? Me tenías preocupada. —dijo poniendo las manos en su cintura.
— Lo sé, lo sé pero fui a ver a Summer, sus padres la castigaron y ahora estoy aquí.
— No me molesta que estés con ella, solo avisa y si no me tienes con el corazón en la mano. ¿Bien?
— Si, mamá. Perdón.
Ella asintió, y se fue para la cocina.
Suspiré y fui a mi habitación para dormir.
Narra Summer:
Después de que Sam se fue, subí a mi habitación y me acosté, pero se me fue el sueño de la nada y solo se me vino algo o mas bien alguien, Sam.Me puse a pensar en todos los días anteriores, como quiero estar siempre cerca de él, en la sensación cuando me llamo "mejor amiga", en las mariposas de aquella vez en su cuarto, en como me siento segura y protegida cuando estoy con el.
Oh Dios......Creo que me gusta Sam.
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— Luisa. <3
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¿Más Que Amigos? | #1
FanfictionSummer Ross y Sam Thomas, amigos desde niños, pero a medida que va pasando el tiempo ambos comienzan a sentir más que un cariño de amigos por el otro. ¿Qué pasará? ¿su amor será correspondido? ¿sentirán lo mismo? Pues nunca lo sabrás si no lees. In...