Aeternun ( El recuerdo de tu amor)

Capítulo 15

Rey apenas había llegado a su penthouse para darse un baño rápido y cambiarse de ropa por algo más formal, ya que iría a las oficinas donde se manejaba todos los negocios Palpatine. Llamó para hacer una cita con el Señor Mitaka quien rápidamente dejó todos sus pendientes para atenderla. Quería aligerar todo para luego descansar un poco y reunirse con sus amigas en la noche. Rose casi le había salido por el otro lado del teléfono para recriminarle el hecho de ignorar sus llamadas y las de Kaydel, así que, resignada tuvo que decirles que se reuniría con ellas en su apartamento en la noche.

Estaba nerviosa por lo que Mitaka le fuera a decir, pero necesitaba quitarse la venda de los ojos y tener una respuesta contundente por parte del administrador por no decirle la verdad y esperaba no tener efugios de su parte. Se apresuró en terminar de arreglarse porque el chofer la estaba esperando en el sótano del edificio, no sin antes beberse un café con mucha crema y azúcar... necesitaba estar cuerda para lo que iba a enfrentar.

Se presentó a las oficinas principales de las compañías Palpatine, en donde todos los empleados la recibieron con mucho cariño y logró saludar a los dos amigos de Ben quienes iban saliendo en ese momento con muchas carpetas, le dio algo de nostalgia pues ellos si habían estado con Ben en todo ese tiempo y ella estuvo tan cerca de ellos por medio de sus amigas, por lo que le causaba rabia y dolor recordar no haber accedido ninguna vez para el encuentro que tanto les planearon sus amigas y ellos sin imaginarse quien era cada quien.

Esperó unos minutos en la recepción de la oficina del Señor Mitaka. Miró con el rabillo del ojo, que la secretaria recibió un llamado por el teléfono y luego colgó.

—Señorita Regina, el Señor Mitaka la está esperando, puede pasar —le indicó amablemente la asistente.

—Gracias Katy, por favor no quiero que nadie nos interrumpa —ordenó Rey, con semblante dulce.

—Como usted ordene señorita, se le ofrece café, té.

—No gracias Katy, —ella negó amablemente, dirigiendo sus pasos a la entrada de la oficina.

—De acuerdo señorita.

—Señorita Regina —se puso de pie el administrador, saludándola con el mismo cariño de siempre —dejé todos mis pendientes para atenderla, incluso cancelé la cita con sus nuevos asesores —le informó invitándola a tomar asiento.

—Gracias Señor Mitaka, lamento que haya tenido que cancelar reuniones de negocios por algo que es personal para mí —el administrador la miró enarcando una ceja.

—No es algo de las empresas lo que la trae hasta acá —inquirió con el rostro preocupado—. Pensé que... bueno, al pedir imperativamente a mi secretaria una reunión de emergencia era algo relacionado a los negocios o la fundación.

—Esto... —titubeó— también es importante Señor Mitaka... y necesito que responda todas las preguntas que tengo que hacerle —el administrador puso un semblante serio, sin saber que era aquello tan importante que su jefa tenía que preguntarle.

—Usted dirá Señorita... sabe que siempre puede contar conmigo para todo. —Rey lo miró con tristeza.

—Y por esa confianza... y que me ha visto crecer, necesito que me responda con la verdad.

—Como usted guste mi niña Regina —se refirió a ella como cuando era pequeña y eso enterneció a Rey y trató de no ser tan dura.

Rey empezó a relatarle, todo lo que había vivido en ese último mes y como por azares del destino, se encontró a Ben Solo aquel joven quien ella creía muerto ante la mirada de asombro y gestos nerviosos del Señor Mitaka. Por ultimo le contó, "omitiendo su drama romántico con Ben", como el joven le relató todos los hechos, de los cuales fue víctima por parte de su abuelo.