Capítulo 24

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Me gustas cuando despiertas, por eso sé que me vas a gustar toda la vida... (Desconocido)


Canción Sugerida:

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Flashback

—Benny, patito... Siempre estaremos juntos... —Le enlazó los dedos haciendo una promesa. La niña le sonreía dulcemente y lo miraba con ojos vivaces.

—Siempre, Rey... eres mi mariposa, mi hada angelical, solamente tú me haces sentir comprendido.

—Y tú a mí, Ben... contigo no me siento sola... Mamá y papá siempre están ocupados y... —hizo una pausa, pues estaba acariciando las alitas de un patito porque se encontraban sentados a la orilla de la fuente— los niños que conocí antes, siempre me miraban raro...creo que las cosas que yo decía nunca les agradó, ya sabes lo de convertirme en salvadora, solamente tú me entendiste y quieres acompañarme en esa misión, y ser mi igual...

—Claro que sí, Rey, te seguiré a donde sea... También los niños que conocí me miraban raro, creo que les molestaba que hablara con los animales y soñara con hadas y superhéroes —se sonrojó haciendo ademanes con sus manitas.

—Creo que... solamente somos algo diferentes, Benny patito... —El niño asintió moviendo su cabecita mientras se comía un caramelo.

— ¿Qué sucede, Rey...? —De pronto te quedaste pensativa.

—Ben, estaba pensando que todavía no resolvemos el misterio...

— ¿Cuál misterio? —La miró con sospecha.

—El misterio de... ¿cuál es el origen de los bebés?

—Ohh tienes razón... la señorita Satine, aún no quiere revelarnos nada, dice que estamos muy chicos.

—Boberías, ya casi cumplimos siete años —bufó ella encogiéndose de hombros y haciendo un gracioso puchero.
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Ben despertó alarmado, era un recuerdo con el cual estaba soñando. Se encontraba desorientado, porque no tenía noción en dónde estaba, solamente sentía algo cálido y suave encima de su cuerpo, y esa calidez le hacía mitigar el frío que se sentía en donde sea que estuviera.

Después de unos minutos de tratar de recordar en dónde se encontraba, abrió los ojos lentamente ya que sentía que había perdido la noción del espacio y el tiempo. Sentía el cuerpo relajado, algo adolorido pero a su vez liberado, ¿no sabía de qué? hasta que imágenes difusas, empezaron a asaltar su mente.

—Rey... —susurró cuando bajó la mirada a su pecho. Ella yacía recostada encima de él, totalmente desnuda y gloriosa—. ¡Dios mío! ¡Fue real! —musitó, pero sin sentir ni el más mínimo arrepentimiento. Esbozó una sonrisa soñadora y recordó absolutamente todo, cada beso, caricia y el desbordante placer que ella le hizo sentir.

—Mi amor... Eres mía, y yo soy totalmente tuyo... —Le acarició el cabello y la miraba con amor mientras ella se removía acomodándose en su pecho.

Aeternun ( El recuerdo de tu amor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora