Aeternun ( El recuerdo de tu amor)

Capítulo 31

Dedicado a @Ileanelys, Feliz cumpleaños preciosa.

Canción sugerida:

Ben y Rey iban camino a los Hamptons a la casa de Rose, llevaban veinte minutos de camino y Ben iba bastante callado, solamente había puesto su playlist de música y le había dedicado unas dulces palabras a su amada. Ella lo miraba de soslayo y quería preguntarle qué era lo que le sucedía y justo cuando se lo iba a comentar, el celular de Ben comenzó a timbrar.

—Diga —contestó Ben usando los auriculares.

—Ren, soy Arms.

—Dime, Hux ¿tienes noticias?

—Sí, los tipos esos, todavía siguen enfrente de tu edificio, todo salió perfecto y se creyeron el cuento... ya se cansarán de esperar a que salgas... ya verás.

—Gracias, Arms, yo... No tengo como agradecerte a ti y a Poe, todo lo que están haciendo por mí.

—Eso no tienes que agradecerlo, somos tus amigos... te queremos y no vamos a permitir que nadie manche tu nombre.

Ben tragó saliva y se le hizo un nudo en la garganta, realmente ellos eran como sus hermanos porque siempre se lo habían demostrado y dio gracias al cielo por haberlos conocido. Siempre se sintió tan solo, Rey había sido su única amiga y habia llegado a su vida para iluminarla, sin embargo cuando la creyó muerta, aquellos muchachos habían llenado un poco aquel vacío de soledad que la supuesta muerte de Rey y sus padres le había dejado.

—Gracias —respondió, tratando de regular su tono de voz—. Son más que mis amigos, chicos, son mis hermanos.

—Por supuesto que lo eres, Ben. Y te dejo, para que disfrutes de estos momentos junto a tu novia.

Luego de eso, se despidieron y Ben suspiró y relajó un poco el agarre del timón.

—Ben... ¿Qué sucede...? has estado bastante callado.

El joven se salió de la autopista y estacionó el auto cerca de la sombra de un árbol.

—Perdóname... —él le pasó un pulgar por la mejilla y luego se desabrochó el cinturón para abrazarla.

—¿Por qué? ¿Qué sucede? —Rey se preocupó en sobremanera, al sentir la angustia en el joven por la manera en que se aferraba a ella.

—Por hacerte pasar por todo esto, no te lo mereces... Realmente no mereces vivir en la clandestinidad, no es lo que Han me enseñó.

—Ben, no digas eso —ella le pasó los dedos por la espesa cabellera negra—, sabía que sería difícil, los dos lo sabíamos. No es tu culpa, es algo por lo que tendremos que pasar y los dos estamos conscientes de esto.

»Sé perfectamente, que eres un caballero y también intentaste mantenerte alejado —él asintió moviendo la cabeza—, sin embargo ya intentamos separarnos... y no funcionó... desafortunadamente, en el proceso nos hicimos mucho daño —a ella se le hizo un nudo en la garganta recordando todo aquello— primero yo lo intenté, luego probamos ser amigos e ignorar nuestros sentimientos y tampoco funcionó.

—¡Rey...! —Él tiritó mientras hundía su rostro en el pecho de Rey—. No puedo estar lejos de ti.

—Shhh —lo silenció ella mientras le acariciaba la negra melena—, ninguno de los dos puede... tú mismo lo intentaste en un pobre intento de protegerme, para no me enterara de tanta infamia cometida por mi abuelo y altas autoridades del clero. —Respiró con pesadez al recordar que su abuelo era el mayor culpable de la situación actual de los dos.