Aeternun ( El recuerdo de tu amor)

Capítulo 16

Edit: @berthatadeo7

Ben, se encontraba esperando la llegada de Rey con impaciencia en el aparcamiento de la Estación de Autobuses. Ella le informó que arribaría a las diez de la mañana, pero estaba tan desesperado por verla, que llegó una hora antes aunque tuviera que esperar. No le importaba aguantar un poco de frio puesto que aún estaban en primavera y las temperaturas eran todavía bastante bajas por las mañanas. Era Lunes y las clases que le tocaba impartir en el colegio y el convento estaban programadas hasta después de las dos de la tarde así que tenía tiempo de sobra para poder acompañar a Rey, después de todo con ella también tenía trabajo que hacer en las oficinas de la fundación y nadie podría reprocharle pasar tiempo con ella.

Estaba consiente que lo que hacía no estaba bien, porque vivía en continua tentación, pero no tenía la fuerza de voluntad para separarse de ella. Rey prácticamente le dijo en aquel mensaje; que olvidaran lo que sucedió y seguir siendo los mismos amigos de siempre. Y eso era lo que su alma necesitaba, solamente estar cerca de ella (o eso era lo que él creía). Olvidar lo que sucedió era difícil, si en cada oportunidad que tenía, rememoraba una y otra vez los besos que se dieron, las caricias, palabras de amor y toda aquella vorágine de sensaciones que experimentó junto con ella, era difícil hacer caso omiso a todo aquello que le encendía la sangre como nada en esa tierra ni todas las galaxias enteras.

Si nunca la hubiera encontrado, seguiría inmune y consagrado como siempre, pero ella rompía todas sus barreras, autocontrol y lo hacía olvidarse de su investidura y los votos que juró delante de un altar cuando se ordenó como sacerdote. Su Rey, como podía ser tan hermosa y angelical, si lo llevaba de ida y vuelta al mismísimo infierno solamente con sonreírle o simplemente respirar... nadie jamás logró despertar en él, la mínima atracción en todos los años cuando la creyó muerta, ni los débiles intentos de sus amigos en presentarle las chicas más bellas de Harvard, nadie absolutamente, nadie lo hizo inmutarse, lo único que le causaban era fastidio, en especial una chica que intentó seducirlo una vez en la cual Dameron le dio las llaves de la habitación que compartía con Hux y él, para que lo intentara... la chica se metió a su cama; desnuda solamente con una sábana y cuando él llegó la corrió sin miramientos totalmente furioso. Recordaba que de la rabia que sintió, estuvo una semana sin dirigirle la palabra a Poe y se fue a dormir a un Hotel hasta que su amigo, juró nunca más hacerle una cosa así.

La única vez que pudieron haber acertado, fue esa vez en Yale... se arrepentía una y otra vez de haber ignorado a sus amigos y esconderse para no encontrarse con la supuesta chica, quería retroceder el tiempo para poder arreglar todo, pero ya era demasiado tarde

«Mi amor... ¿cómo puedo continuar así?, me muero por ti, por una sonrisa tuya, el sabor de tus labios, escucharte suspirar en mis brazos...» de inmediato detuvo esos pensamientos recordándose de las palabras de Armitage y Dameron quien le llevaba la contraria al pelirrojo.

— ¿Piensas ir a recogerla a la estación? Pero qué demonios te sucede Ren? Tienes que guardar distancia sino te volverás loco... realmente ya lo estas... ya te dije que aunque intentes ser su amigo no podrás... te diste cuenta que apenas pasó un mes, caíste rendido ante ella, la besaste y no solamente fueron unos besitos inocentes... si ella no hubiera sido tan sensata seguramente habrías quebrantado tus votos de castidad y tendríamos un serio problema.... —Había vociferado Hux.

—Ya, serénate rojito, o te crecerán antenas en la cabeza —lo palmeó en el hombro, mientras Hux lo apartaba y se servía una copa de whisky. —Ren no le hagas caso, sigue cerca de ella y que sea lo que Dios quiera...

—Deja de darle ideas —refutó— sabes muy bien, que la sotana no lo va a salvar de pecar, idiota.

— ¡Y un demonio, a quien le importa...!