Dormir había sido sin duda un alivio. Hermione había dormido en el sillón y Ron en el piso a su lado. Harry y yo habiamos puesto un colchón y habiamos dormido juntos a un metro de Ron también en el suelo. Al minuto en que me acurruque hacia Harry, abrazándolo, me quede dormida de inmediato, estaba tan calentito y cómodo, y yo estaba tan cansada que fue inevitable. Sin embargo cuando me desperté esta mañana, el espacio a mi lado estaba vacío, abrí los ojos buscando a Harry en la habitación.
— ¿Harry?— lo llamé haciendo las mantas a un lado. Saque mi varita, dudo que alguien nos hubiera encontrado y solo se hubiera llevado a Harry y que él no me hubiera dicho algo en su mente. Gateé hasta Ron que tenía sus dedos rozando con los de Hermione, guardé esa imagen para mas tarde si necesitaba usarla, y lo sacudí con fuerza para despertarlo, un solo toque a Hermione y ya estaba despierta.
— ¿Que?— ella preguntó alerta a la vez que Ron bostezaba—. ¿Que sucede?
— ¿Vieron a donde fue Harry— les pregunté— . Desperté y no esta.
Rápidamente los dos se levantaron, sacando sus varitas, Castiel saltó hacia mi bolsillo mientras los tres salíamos de las mantas y comenzábamos a buscarlo. Los chicos empezaron a llamarlo, subí al segundo piso rápidamente, este piso en el que que yo junto con mis amigos habiamos dormido por las reuniones de la Orden del Fénix, llamándolo una y otra vez. Luego subí al tercer piso y encontré que una de las puertas estaba abierta;
— ¿Harry? — pregunté agarrando la varita con fuerza.
— ¡Aquí estoy! — gritó— . ¿Qué pasa?
Suspire aliviada y rápidamente fui hacia la puerta, me quede paralizada por unos segundos leyendo la placa con el nombre de Sirius, allí estaba Harry con algo en sus manos.
— ¡Nos despertamos y no sabíamos donde estabas! — dije sin aliento, grite sobre mi hombro— ¡Chicos! Lo encontré.
La voz fastidiada de Ron hizo eco en la distancia, varios pisos por debajo.
— ¡Bien! ¡Dile de mi parte que es un imbécil!
— Eres un imbécil. Harry no desaparezcas de esa forma, este lugar no es completamente seguro ¿Para que subiste aquí ya que estamos? -— la habitación era espaciosa y en algún momento de seguro elegante, una gran cama con una elaborada cabecera, largas cortinas de terciopelo, un candelabro lleno polvo...aunque bueno todo estaba lleno de polvo. Las paredes empapeladas de carteles y fotos, varios estandartes de Gryffindor, muchas fotos de motos muggles y también varios carteles de varias chicas muggles en bikini, obviamente eran muggles porque eran aburridas y no se movían.
Sin embargo nada se comparaba a la foto encantada que había sobre la pared, cinco estudiantes de Hogwarts uno al lado del otro. De derecha a izquierda, primero estaba mi papá, tan apuesto, joven y feliz, despreocupado, con una sonrisa arrogante en el rostro, luego estaba Pettigrew, mas de una cabeza mas bajo, regordete y con los ojos llorosos. Al otro lado de Pettigrew, estaba James Potter, su alborotado cabello negro un poco peinado y al igual que su miope hijo, traía gafas, a su lado estaba mi mamá sacando la lengua y haciendo un signo de rock con su mano levantada, definitivamente habían tenido razón en que mamá había perdido su timidez con sus amigos porque siempre me decían que habia sido una niña callada y tímida al principio. Y por ultimo al lado de mamá estaba mi tio Remus se le veía un poco enfermo y una que otra cicatriz pero se veía igual de feliz y radiante que el resto, le estaba haciendo orejas de conejo a Lizzie Scamander.
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Laila Scamander Y Las Reliquias De La Muerte
Fanfiction#7 «A matar a Voldemort» Las cacerías han comenzado en el mundo mágico. Laila Scamander junto con sus amigos tienen que abandonar sus hogares para comenzar la casi imposible misión de encontrar y destruir los restantes Horrocruxes; el secreto del po...