Dos encuentros...uno bonito y el otro muy, muy, feo.
El 31 de Julio me levante y vestí a primera hora de la mañana.
Entre de golpe a la habitación que compartían Ron y Harry y me tire hacía la cama plegable en la que recién despertó Harry con el pelo desordenado, justo como me gustaba. Aplastándolo con todo mi peso mientras lo abrazaba antes de llenarle la cara de besos.
—¡Feliz cumpleaños, cara rajada!— le di tantos besos en la cara que le desarregle las gafas que se le bajaron hasta la punta de la nariz, viéndose sorprendido, sobre todo por el enorme beso que le plante en los labios.
—Aun no me he cepillado los dientes....—el balbuceó sonriente.
—No me importa— sonreí, pero sentí unos brazos a mi alrededor que no eran los de Harry.
—No....lo siento pero ustedes dos ya no pueden salir— Ron me tomo de la cintura alejándome hacia atrás, lejos de mi novio—. Tú todavía tienes dieciséis, es ilegal, lo siento Harry no puedo poner en riesgo a una menor. Nuestra pequeña Laila...
Le di un codazo en el hombro al pelirrojo para callar sus risas, todos tenían completamente eliminado el rastro de ellos, yo era la única que tenía que combatirlo. No podia esperar para que fuera Noviembre.
—Tu pequeña Laila mide 1,76 y tiene a la bruja mas oscura en nuestra historia en su cuerpo— me cruce de brazos.
—Pero aun tienes 16— siguió Ron haciéndome sacar la lengua infantilmente, saque de mi chaqueta el regalo mientras me sentaba a los pies de la cama de mi novio.
—Vamos ábrelo, no quiero que lo abras cuando la mamá de Ron este aquí.
Ambos me vieron confundidos.
—Solo ábrelo.— rodé los ojos.
Harry rompió un poquito el papel de regalo y saco de la caja el polvo peruano de oscuridad instantánea de la gran compañía que era Sortilegios Weasley.
—Se lo compre a Fred y George a buen precio, te será de muy buen uso en unas semanas— explique, por eso no quería que lo abriera en frente de la señora Weasley, por el significado que era este regalo, algo que sería muy útil en una pelea, en una escapada, en una situación peligrosa. Me dio las gracias dándome un beso en la frente y un rápido beso en los labios antes de que Ron pudiera protestar de nuevo. Me pare, comenzando a ser echada de la habitación por las protestas del pelirrojo que no quería ver como Harry me besuqueaba en su habitación.
—¡Te amo!— Le lance un beso en el aire a Harry prometiéndole muchos mas antes de salir de la habitación para dejarlos vestirse.
Baje a la cocina, viendo la pila de regalos de Harry mientras iba hacia una silla y me servía pan tostado con mermelada, mantequilla. Cuando llegaron Ron y el cumpleañero ambos vieron sorprendidos la pila de regalos;
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Laila Scamander Y Las Reliquias De La Muerte
Fiksi Penggemar#7 «A matar a Voldemort» Las cacerías han comenzado en el mundo mágico. Laila Scamander junto con sus amigos tienen que abandonar sus hogares para comenzar la casi imposible misión de encontrar y destruir los restantes Horrocruxes; el secreto del po...