Griphook comía con nosotros alrededor de la abarrotada mesa de comida y de huéspedes, aunque se negaba a comer lo mismo que los demás y se empeñaba en alimentarse de carne cruda, raíces y algunas setas. Trataba de mostrarle mi apoyo a Fleur quien sufría rabia al deber atender los cuidados que pedía el duende que ya no necesitaba, haciéndole gestos graciosos en cuanto a Griphook y oyéndola cuando se quejaba del duende, dándole obviamente la razón y asegurándole que estaba siendo uan increíble anfitriona y que si ella lo pedía yo misma le ponía el pare a Griphook.
— Lo lamento, Fleur —se disculpó Harry una tempestuosa noche de abril mientras la ayudaba a preparar la cena, yo estaba en la habitación contigua poniendo los platos y arreglando las sillas, no pude evitar escuchar, los días a veces eran tan aburridos que hasta escuchar conversaciones ajenas era algo divertido—. Nunca fue mi intención que tuvieras que soportar tantas molestias.
— Hagy, jamás olvidagué que le salvas la vida a mi hegmana.— dio una risa como si le resultara muy chistosos lo siguiente—. Además con tal de que mantengas a Laila fuega de la cocina también es más que suficiente.
Me ruboricé un poco pero también hice una mueca, la noche pasada había intentado ayudar a Fleur a hacer la cena y había terminado en yo apagando llamas del porte de un basilisco. ¿Y que si no podía cocinar? Era solo un obstáculo en los cientos de talentos que tenía, de todas formas nunca tuve que cocinarme en mi vida, eso era algo que Ron y yo teníamos en común. Desde ese entonces ahora solo me pedían que por favor pusiera los cubiertos en la mesa y yo no me quejaba.
— Ella nunca se ha tenido que cocinar, eso es algo nuevo para ella— Harry entre que se reía y trataba de justificarme.
— Quiego mucho a Laila pero no puede cocinagse ni un guevo fgito.— Fleur entonces dijo lo mas interesante en toda la semana y que hizo salir de mi una reacción—. Cuando se casen tu tendgas que cocinag si no quiegues que la casa explote explote llamas.
Ese fue el momento que decidí que no quería seguir escuchando más la conversación y mucho menos la respuesta de Harry, con las mejillas sintiendo que me ardían me di media vuelta y volvía al salón comedor donde Ron y Hermione estaban poniendo los cubiertos que faltaban. Luna y Dean, con el cabello mojado por la lluvia; venían cargados de maderas que habían recogido en la playa.
— ¿Por que estas tan sonrojada?— Hermione me preguntó como una madre preocupada poniendome una mano en la frente como si tuviera fiebre pero menos mal la llegada de Luna y Dean me salvó.
—... y si alguna vez vienes a mi casa, te enseñaré el cuerno. Mi padre me escribió contándome de él, pero todavía no lo he visto, porque los mortífagos me llevaron del expreso de Hogwarts y no pude ir a mi casa por Navidad —proseguía Luna mientras Dean y ella encendían el fuego de la chimenea. Harry venía detrás de ellos con una jarra de jugo y evite mirarlo pero tenía las orejas rojas.
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Laila Scamander Y Las Reliquias De La Muerte
Fanfiction#7 «A matar a Voldemort» Las cacerías han comenzado en el mundo mágico. Laila Scamander junto con sus amigos tienen que abandonar sus hogares para comenzar la casi imposible misión de encontrar y destruir los restantes Horrocruxes; el secreto del po...