51: La resistencia

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En cuanto entramos a la habitación, se oyeron varios gritos y alaridos de entre los que pude divisar nuestros nombres: ¡HARRY! ¡Es POTTER! ¡Laila?! ¡Ron! ¡Hermione!

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En cuanto entramos a la habitación, se oyeron varios gritos y alaridos de entre los que pude divisar nuestros nombres: ¡HARRY! ¡Es POTTER! ¡Laila?! ¡Ron! ¡Hermione!

En cuanto entramos me desoriente pues la gente se arremolinaba a nuestro alrededor y habían varios colores y luces colgando en amplia sala. Los cuatro fuimos abrumados con abrazos, palmeados en la espalda, sus cabellos alborotados, sus manos estrechadas, por lo que parecían ser más de veinte personas. Me recordaba a cuando llegaba el equipo de Quidditch victorioso de algún partido a la sala común.

Sin embargo destacando de la multitud habia una chica de cabello oscuro a nivel del cuello, y estaba empujando a a varios para llegar hacia mi, incluso algunos cayeron al suelo por la fuerza con la que los derribaba;

— ¡LAILA!

— ¿Fay? ¡FAY!— ambas nos sumergimos en un abrazo, mientras chillábamos de le emoción, viéndonos la una a la otra, no pude evitar pasar mi mano por su cabello, los mechones cayendo rebeldemente un poco mas abajo de su oreja—. Tu cabello!

— ¡Y el tuyo! 

El mío solo lo había cortado a nivel de mis omoplatos cuando estábamos en la casa de Bill y Fleur, sin embargo Fay se había hecho un look completamente radical y rebelde, y le quedaba genial.

— ¡Ok, Ok, calmense! —gritó Neville, y mientras la multitud se alejaba. No reconocía el dormitorio. Era enorme, y parecía más bien como el interiorde una particularmente suntuosa casa de árbol, o tal vez un gigantesco camarote de barco. Hamacas multicolores colgaban del techo y de la galería que corría a lo largo de las paredes cubiertas de paneles de madera y sin ventanas, que estaban cubiertas por brillantes tapices. Harry vio el león dorado de Gryffindor, engalanado de rojo; el tejón negro de Hufflepuff, contrastando sobre un fondo amarillo; y el águila color bronce de Ravenclaw, sobre fondo azul. El plata y verde de Slytherin era el único que estaba ausente. Mi mente paso a Blaise, a Draco e inlcuso un poco a Theo, Había estanterias repletas, unas pocas escobas apoyadas contra las paredes, y en una esquinauna gran radio inalámbrica recubierta en madera.

— ¿Dónde estamos?

— ¡La Sala de Menesteres, por supuesto! –dijo Neville-. Se supero a si misma ¿verdad? Los Carrow me estaban persiguiendo, y sabía que tenía solo unaoportunidad de encontrar un refugio: ¡Me las ingenié para encontrar la puerta y esto fue lo que encontré! Bueno, no era exactamente así cuando yo llegué, era mucho más chica, había solo una hamaca y los tapices eran todos de Gryffindor. Pero se fue expandiendo a medida que iban llegando más integrantes del ED

— ¿Y los Carrow no pueden entrar?— preguntó Harry, mirando alrededor buscando la puerta,

— No— dijo Seamus Finnigan, quien en efecto estaba peor que Neville, tenía el rostro hinchado y amoratado—. Es un refugio apropiado, siempre y cuando uno de nosotros permanezca dentro, no pueden llegara nosotros, la puerta no se abre. Todo gracias a Neville. Realmente entiende esta habitación. Tienes que pedir exactamente lo que necesitas... como por ejemplo, "No quiero que ningún partidario de los Carrow sea capaz de entrar"... ¡y lo hace para ti! Solo tienes que asegurarte de ser preciso y prestar atención a los detalles. ¡Neville es genial!

Laila Scamander Y Las Reliquias De La MuerteWhere stories live. Discover now