Capítulo 87

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Finalmente... Era Sábado 10 de Octubre de 1995, Cumpleaños número 26 de Anne Cedrella Weasley Prewett.

Hoy, Anne se levantó a las 7 Am, ¿Porqué? Porque su cumpleaños era su día favorito, aunque no le gustaba admitirlo, la atención que le daban ese día era realmente gratificante.

Nadamás levantarse vio su cama rodeada de un par de regalos, Anne tenía una obsesión por dar y recibir regalos, aunque en secreto le gustaba más el recibirlos.

Primero sus padres le habían dado un par de prendas hechas por su madre que por cierto eran muy bonitas, Bill y Fleur le mandaron chocolates junto a unos aretes, Charlie le mandó una pulsera de cuero con un dije en forma de fuego, Percy le dejó una carta y un par de libros, Oliver le dejó protectores de Quidditch, Fred y George le mandaron productos de broma, Ron le mando dulces de Honey Duckes, Mione le dio galletas, Harry le mandó un girasol y una carta, Ginny y Luna le mandaron joyería hecha por ellas y Neville una maceta con su flor favorita creciendo en ella.

Por otro lado, Anthony, su jefe, le mandó un par de sacos de vestir de distintos colores junto a una pequeña tarjeta que decía: "De Tony y Rosa para nuestra hija postiza". Lía le mandó una carta de reservación en su restaurante favorito para el día que ella eliga, Stephen le mandó un libro titulado "Construcciones del siglo" donde Anne era mencionada una vez; Jhonn le dio una pulsera de perlas con un collar a juego, Sebastian le dio un modelo a escala de como se veía la Madriguera antes de comenzar la remodelación, Marie le mandó montones y montones de maquillaje y finalmente Allison le mandó pirotecnia con su nombre.

Y lo último que vio, fue una carta junto a un paquete en uno de los extremos de su cama, un regalo de Ben...

ES TU CUMPLEAÑOS

¿Si es tu cumpleaños verdad? Es decir, soy malo con las fechas y lo sabes.

Sabes que no es cierto ¿verdad? Obvio que recuerdo tu cumpleaños chica bicolor, tantos años viviendo contigo mientras intentabas descubrir que es lo que te regalaría, cosa que nunca lograbas porque soy el maestro del escondite.

Ya 26 años, que vieja eres, no como yo que me mantengo bello y joven con 25 años. Bueno, este año no creo que sea posible ir a verte, duele, lo se, debe ser difícil para ti estar tan lejos de tanta perfección, por eso siempre voy a San Mungo, para que no olviden mi simpatía; y claro, también para que me enyesen mis huesos de vidrio.

Si es que la lechuza no tiro nada por el camino, un paquete debería venir con esta carta, y en el paquete viene una pequeña tarjeta que también tienes que leer, pero primero tienes que terminar de leer esta, no seas tramposa Cedrella.

No me mates por decirte Cedrella.

Por último, espero que disfrutes tu día, lamento no poder estar ahí, extraño los reconfortantes abrazos y no olvides contarme que te regalaron y porfavor no omitas tu emoción...

Atte: Ben Deidre, tu chico de vidrio...

Al abrir el paquete se le formó una pequeña sonrisa, una pulsera de cadena con unos cuantos dijes, una taza de café, un edificio, los signos de libra y escorpio, unas muletas y una amatista.

Querida Chica Bicolor:

Creo que el significado de los dijes es evidente, pero me muero por explicartelo, el café simboliza la cafetería en donde nos conocimos, el edificio por nuestro amor a la arquitectura, libra y escorpio bien sabes que son nuestros signos zodiacales, no me arrepiento de ponerlos, las muletas soy yo y la amatista es porque siempre te repetía que eran del color exacto de tus ojos cada que te desmayabas.

La primer Weasley | Remus LupinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora