To seem gay...

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SIMON

Navidad, si, fue lo único que se me ocurrió en ese momento. Honestamente me hubiera gustado decirle que lo amo, sé que una parte de él sabe que yo lo amo igual, pero lo que hizo fue una jodida patada en los huevos, confié en el y simplemente no pudo hacer que su madre la "Reina" lo dejara de tratar como a un títere.

En la navidad pues no  hay mucho que decir,  Sara sigue un tanto enojada conmigo por lo que hice con papá, pero aun así seguimos comiendo todos los días juntos con mamá, quien me ha arropado como a nadie, a veces creo que ella es mucho para este mundo. No lo niego, mi mente ha estado divagando entre memorias melancólicas, en pensar en su cabello, sus manos, sus hermosos abrazos, hasta en el horrible aliento de aquel día.  Wilhem me ha mandado varios mensajes, el consejo que Ayub y Rosh me dieron creo que ha funcionado, simplemente ignorar todo hasta que lo tenga que tener frente a frente, si es que eso llega a pasar...

Hoy es una tarde cómo todas, la noche no tarda en llegar, estoy sentado en el pasto del campo de futbol, viendo cómo Rosh entrena y Ayub... pues el intenta jugar. Juego con el caucho de plástico en el pasto, y también encontré una hoja de árbol la cual me da una rara satisfacción girarla entre mis dedos, estoy perdido en mis pensamientos y de la nada se me viene a la mente el momento en que me conociste...

"Of becoming like the others

Who become unhappy mothers
And fathers of unhappy kids
And why is that?'
Cause they've forgotten how to play
Or maybe they're afraid to feel ashamed
To seem strange
To seem insane
To gain weight, to seem gay"

De cierta manera la letra de esta canción- yo solo la iba a cantar frente al tonto príncipe, y pues fue cómo manifestar lo que pasaría entre nosotros....

¡¡Zazzzzz!! Siento un golpe en mi cabeza, fue el estúpido de Ayub con la pelota, realmente es malo --SIMON-- me grita --Ven para acá!!--
Al parecer Rosh ya había terminado de entrenar y solo estaba peloteando con Ayub, yo no me encuentro muy bien que digamos, Ayub me invita para jugar con ellos, no soy fan del fútbol, lo puedo juzgar pero en mi vida he anotado un gol  ni cuando era pequeño. Sólo logró hacer tres dominadas y al parecer Ayub se ríe de mí, sabe que soy una basura en esto. Pero tanto Rosh cómo Ayub tienen esta cosa para hacerme cambiar de humor de una manera espontánea y con comida claramente -- Quién pierda paga la pizza-- dice Rosh, de inmediato yo me lanzó por la pelota y doy lo mejor que puedo. Rosh terminó ganando, obviamente.

Aún no me gusta  cómo es que la gente me sigue mirando, así que cada que estoy en un lugar con mucha gente, me pongo la capucha de la sudadera, para mí es lo único que me hace sentir un tanto más "a salvó"

--No tienes que esconderte de esa manera-- me dice Ayub. Sólo alcanzó a ver qué Rosh le da un pequeño golpe.

--Úsala si te sientes mejor-- afirma Rosh.

Alzo un poco la mirada y puedo a ver a dos chicas aproximadamente de 11 años viéndome ¿Qué mierda hacían ellas viendo ese maldito vídeo? --Todos me siguen mirando-- es lo único que les alcanzó a responder.

--Te seguirán mirando, sí sigues ocultándote-- dice Ayub.
--Debes de seguir adelante-- le sigue Rosh.
--Que chingue a su madre la corona y Wilhe...-- termina con voz aguda Ayub. Y lo hiciste mencionaste su nombre, no me enojo pero ya estoy harto de mi mismo de pensar en el.
"Sólo déjenme en paz" grito.

El camino a casa fue incómodo, como siempre en moto, pero no sé compartió ninguna mirada ni sonrisa.
Cuando llegue a casa sólo le di un abrazo a Ayub, dándole a entender que no era mi intención gritarle y que nunca le haría algo así. Tengo mucho que agradecerles a estos dos tontos, los quiero mucho.
Tan rápido que doy vuelta hacia la puerta de mi casa, escucho un plato romperse ¿Y ahora qué?,  es Sara la oigo gritar hacia mamá  --Es que no entiendes lo único qué el quiere es dinero. Dinero que nosotros no tenemos, Simon tiene la culpa de todo esto-- grita por toda la sala, de vez en cuando Sara tiene estos ataques, y la entiendo debí de haberle dicho lo de papá, aún siento pena por lo que hice.  La discusión sigue hasta que --Tu fuiste la que decidió seguir casada con un maldito borracho--  yo casi explotó, sólo le dije --Sara ya cállate-- me acerque a ella, pero Sara aún tenía la ira en la cabeza --Y a ti qué Simon, eres un idiota-- me responde y deja la sala, me acerco a la puerta de su cuarto e intento calmarla.
--Por favor Sara, ya lo habíamos hablado, le podemos dar una segunda oportunidad sólo si tú quieres, te lo prometo, se que fue un error lo que hice, enserio lo lamento-- le digo.
--¿Otra oportunidad? ¿Para qué? ¿Para qué nos robe de nuevo? ¿Para que deje a mamá y a la familia golpeada?-- Me responde.
--No Sara, escucha....-- Le digo pero el televisor está prendido y me pierdo por completo, ahí está.... Está ahí, Wilhem.

No es Wilhem como tal hablando, pero ahí esta una foto de el  -- Hoy por la tarde la Reina ha anunciado que el príncipe Wilhem heredero a la corona, regresará a Hillerska, y que este dejara la vida social de  un lado-- dice la noticiera. No me acuerdo de lo que dijo Sara, sólo sé que azoto su puerta. 

Wilhem regresa ¿Por qué regresaría? ¿Su mamá no le había dicho que lo quiere lejos de mi? ¿Me obligaran a salir de Hillerska? Quedo totalmente paralizado después de esto, mi mente comienza a sobre pensar demasiado. Siento que uno de los bolsillos de mis pantalones me vibran, alguien me esta llamando, es un numero desconocido.

 --¿Hola?-- es lo único que digo.

 --Hola Simon, soy yo--, mierda es mi papá , sí Sara me escucha estará enojada conmigo otro mes más, me encamino hacia la puerta de la casa y le miento a mamá diciendo que Rosh me espera afuera.  

--No me puedes llamar, así como de la nada-- me calmo --¿Qué pasó?-- termino diciendo.

--Llamaba para saber cómo estabas, ¿está tu hermana cerca?-- me dice a través del celular.

-- No, salió con unas amigas-- le miento, no puedo dejar que le siga haciendo daño -¿Por qué? ¿De qué quieres hablar con ella?-- le pregunto.

--Le he mandado mensajes durante todo el mes, no me responde. Hoy en la mañana fui a casa para hablarle, no me quiso ver-- me dice.

-- !¿QUÉ?¡ No lo vuelvas a a hacer--, piensa Simon piensa, la otra oportunidad -- Bueno, no... no por ahora--, le digo. Es muy noche, el frio me llega hasta las pestañas y yo sólo visto una sudadera, estos caminando entre las calles y no lo pienso, me acerco hacía la estación de autobuses.

--Simon ¿Estas bien? ¿Quieres venir a verme?-- mi papá dice, pero cambio su tono de voz a uno más suave. 

--Si estoy bien ¿De qué quieres hablar conmigo o qué?-- termino de decir eso justo cuando tengo el autobús frente a mi, me subo y no presto mucha atención, solo sé que hay gente dentro, el autobús esta casi lleno. 

--Vi lo que paso con lo del video, no se qué decirte ¿ese fue el chico del que hablabas? ¿El príncipe Wilhem?-- dice papá, nunca le había contado lo que pasó, creo que ahora todo Suecia sabe lo que ocurrió, siento como mis piernas comienzan a temblar de la nada, alzo la mirada y todos los que están en el autobús me miran, algunos con desprecio, otro con lastima, creo que ya ni sé cómo diferenciar cual es cuál, me quedo boquiabierto -- ¿Vas a pagar o no niño?-- dice el chofer del autobús,  me bajo del autobús, todos al rededor comienzan a hablar --¿Ese no es del video?-- escucho susurros entre las personas cerca, --¿Entonces el marica vive aquí?-- otro estúpido susurro -- Simon ¿Estas bien?-- dice papá por llamada, le cuelgo, me pongo la capucha de la sudadera y corro hacia casa. 

Paso por delante de la casa aún corriendo, no quiero entrar, no, aún no. Así que me voy a la parte de atrás de la casa, me recargo en la pared, y tengo la necesidad de gritar, pero mi garganta esta muy seca y cada aliento duele. Estoy sudando por todo mi cuerpo, no quiero abrir los ojos, puras imágenes se me vienen a la mente demasiados escenarios falsos que ni Wilhem y yo pudiésemos hacer juntos.  Mi celular vibra de nuevo, espero que no sea papá , por favor. 

Es un mensaje ¿podemos hablar?, tiro el celular al piso y las lagrimas invaden mis ojos, me tiro al piso aún con el horrible frio de la noche. El mensaje, era de Wilhem. 

Cenizas de la coronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora