-Steve es un idiota - Hannah se sentó a mi lado - Solo quería acostarse conmigo. Salimos y el muy cínico me dijo que solo había sido una aventura y que no me quería volver a ver.
-Te juro que ahora sí lo mato - rechiné los dientes.
-¿No crees que es hora de que pague por todo? Las bromas pesadas que te hace, los golpes "accidentales" - hizo comillas con los dedos - y lo que me hizo.
-Podemos hacerle una gran broma - sugerí.
-No creo que eso baste - se relamió los labios - Creo que deberíamos darle en donde más le duele: su ego. Es el talón de Aquiles de todos los hombres - hizo una pausa, como esperando a que me negara. Cuando vio que eso no sucedía, prosiguió -: Podemos hacer que una chica lo seduzca y lo enamore - sonrió ladinamente - Después le pediríamos que diga frente a todos en el instituto; que todo había sido una broma para dejarle en claro que las mujeres no somos el sexo débil y que Steve Donson no es más que un hijo de puta.
-Tu plan es muy cruel - hice una mueca - Además, es el primo de nuestra amiga del que estamos hablando.
-Pero es la única manera de vengarnos.
-De cualquier forma, hay una falla en tu grandioso plan: dudo que encontremos una chica que esté dispuesta a destruir a Steve Donson y que no se haya acostado con él. Sabes que Steve no repite.
-Oh, no te preocupes por eso. Tengo a la chica perfecta - su sonrisa se amplió -: tú.
-De ninguna manera - me rehusé, poniéndome de pie.
-Nunca sospecharía de ti, Maia - exclamó - Piensa que no eres lo suficientemente inteligente y cruel como para hacer algo así. Por eso debes ser tú.
-Tendrás que encontrar a otra chica, Hannah - volví a sentarme - Eres mi mejor amiga y haría cualquier cosa por ti, pero esto me sobrepasa. Además - agregué, para convencerla por completo -, sabes perfectamente que se me dificultaría fingir y mentir.
-Bien - repuso, resignada - Encontraremos a alguien más.
April apareció y se sentó frente a nosotras.
-Hola, chicas - nos saludó.
-¿Qué tal tus clases? - le preguntó Hannah.
-Aburridas - April soltó un suspiro - Aún no tropiezo contra un chico que me ayudará a recoger mis libros y que cuando me mire a los ojos se enamore de mí.
-Dudo que eso pase - rodé los ojos.
-Bueno, planeo enamorarme antes de que terminemos el último curso.
-Dudo que eso se planee - objeté - Créeme, no querrás tener algo con cualquier chico. Lo único que les interesa es tener sexo.
-Desde que te conozco vives la vida dudando, Maia - apoyó los antebrazos en la mesa - Es una de las razones por las que no tienes novio.
-¿Y cuáles son las otras razones? - enarqué una ceja.
-Tu apariencia - señaló - Deberías vestirte y maquillarte diferente. La ropa que usas es de la década de los 80's.
Medité por unos segundos. April era pelinegra y de ojos verdes, y hacía poco se había cortado el cabello. Siempre vestía faldas, shorts y vestidos, sin importar el clima. Sus cualidades eran el optimismo, hiperactividad y carisma, por lo que atraía todas las miradas. Por otro lado, Hannah era rubia y su cabello caía en ondas por su espalda. Era más alta que April y yo, incluso sin usar zapatos altos. Y luego estaba yo: pelinegra, aunque solía teñirme el cabello de castaño o casi rubio. Actualmente lo tenía de este color, pero pensaba regresar a mi color natural y quizá teñirme las puntas de verde o azul.
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TENÍAS QUE SER TÚ
Teen FictionUna desilusión amorosa lleva a Maia Danvers a jurarse a sí misma no volver a involucrarse con ningún chico. Sin embargo, sus planes cambian cuando su mejor amiga le pide que finja ser novia de Steve Donson para hacerle entender que ningún chico tien...