POV MAIA.
-Ayer recordé nuestro plan para obtener información sobre el accidente de los padres de Sophie – Steve estacionó el coche frente al instituto.
-Mi padre estará fuera todo el día – me quité el cinturón de seguridad – Hoy es el primer juicio contra Jayden, así que no estará en su oficina como director ni en casa.
-¿Por qué revisaríamos en el instituto? – frunció el ceño.
-Algunas veces deja documentos ahí.
-Hay un problema: la secretaria nunca abandona su puesto.
-Créeme, lo hará.
Ambos bajamos del coche y entramos al instituto con toda la atención en nosotros. Para ser sincera no me sorprendía su asombro, pues la noticia sobre el beso que le di a Steve en el campo no había tardado en esparcirse.
-Danvers – exclamó alguien a mi espalda.
Steve y yo intercambiamos una mirada antes de girarnos. Brooke caminó hasta nosotros y miró nuestras manos entrelazadas.
-Así que es cierto – comentó – Están juntos.
-Créeme, eres la última persona con la que hablaría sobre mi relación – repuse – Y dudo que me detuvieras para eso.
-Gracias por defenderme de Brian – sus manos temblaban, por lo que las metió en los bolsillos de su sudadera. No vestía como normalmente lo hacía: shots, falda o vestido. Ahora usaba jeans, sudadera y tenis. Claramente quería pasar desapercibida.
-No necesitas agradecérmelo. Hice lo que cualquier persona con la mitad de mi cerebro haría.
Rodó los ojos.
-No seas tan orgullosa y acepta mi gratitud.
-Bien – evité apretar los dientes – Pero las cosas entre nosotras seguirán igual. No seremos amigas.
-Créeme, no necesito otra amiga hipócrita – pasó junto a Steve.
-Al menos esta vez no terminaron golpeándose – murmuró él con una sonrisa.
-Sería poco ético de mi parte golpear a la chica que defendí de un acosador.
**********
Después de una larga espera, al fin pudimos entrar a la oficina de mi padre. Solo tuve que pedirle ayuda a Hannah para que armara un numerito, el cual implicaba destrozar las luces delanteras del coche de la secretaria para que abandonara su puesto y nos dejara el camino libre.
Steve y yo no tardamos en revisar todo hasta encontrar el expediente de la familia Ross. Sin embargo, solo había un par de hojas, lo cual fue más que suficiente. Probablemente el resto se encontraba en casa.
-Mi padre decía la verdad – dije al fin – No fue culpa de Sophie, sino de un conductor ebrio.
-Hay algo más – señaló la parte superior derecha – La fecha y el lugar coinciden.
-Con qué.
-Con el accidente en que mi familia murió – levantó la cabeza – ¿Crees que...?
-No hay que precipitarnos a nada – lo interrumpí – Quizá solo es una coincidencia.
Asintió; no muy convencido, y guardó el expediente en el cajón del escritorio. Estaba a punto de decirle que no había posibilidades de lo que él pensaba pero unos murmullos me lo impidieron. Ambos nos acercamos a la ventana y miramos a través de una persiana. Afuera había un par de policías y... mi padre. Di un paso hacia la puerta, dispuesta a salir, pero Steve me retuvo por la muñeca.
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TENÍAS QUE SER TÚ
Teen FictionUna desilusión amorosa lleva a Maia Danvers a jurarse a sí misma no volver a involucrarse con ningún chico. Sin embargo, sus planes cambian cuando su mejor amiga le pide que finja ser novia de Steve Donson para hacerle entender que ningún chico tien...