13. LO QUE REALMENTE QUEREMOS DECIR.

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NOTA: Este capítulo es dedicado a ErikaJMQ. Gracias por darle una oportunidad a mi historia ❤️

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POV MAIA.

Para celebrar mi alta, Hannah organizó una pequeña cena en el jardín, pues era una noche cálida. Me había desvelado viendo por cuarta vez mi serie favorita y estaba cansada y ojerosa. Sin embargo, no podía rechazar una buena cena.

-El sábado tendré un evento con algunos colegas y asistirán rectores de varias universidades – comentó mi padre, dejando los cubiertos sobre la mesa – Todos, inclusive los niños, deberán asistir.

-¿Por qué iríamos a un evento al cual solo asistirán abogados? – inquirí – Ninguno de nosotros estudiará derecho.

Mi padre soltó un suspiro, exasperado.

-No solo asistirán abogados – dijo –, sino también médicos, nutriólogos, publicistas y productores musicales.

-¿Qué nos pedirás a cambio? – entrecerré los ojos.

-¿Qué te hace pensar que les pediré algo?

-Dijiste que no me ayudarías con mi carrera, ¿recuerdas?

-Cambié de opinión – repuso – Lo pensé detenidamente y decidí apoyarlos. A todos.

Resoplé suavemente. Había algo más aquí. No era estúpida.

-¿Qué tipo de fiesta será? – le pregunté. Era malgastar saliva, pues ya sabía la respuesta.

-De gala.

-¿Es la fiesta que me explicaste? – Sophie me miró – ¿En donde asiste la gente con dinero y obstinada?

Steve — que estaba bebiendo agua — hizo un sonido extraño con su garganta; parecido a una carcajada contenida.

-¿Le dijiste eso a una niña? – papá me riñó.

-Solo dije la verdad – me deslicé en mi asiento.

-Maia, siéntate bien – ordenó – ¿Acaso piensas comportarte de esa manera en el evento del sábado?

-Salí recientemente del hospital y lo único que quiero es sentarme como a mí se me plazca y comer algo decente sin tener que escuchar tus reproches por tener altas expectativas sobre mí. ¿Acaso es mucho pedir?

-Lo único que quiero es que te comportes y actúes normal.

-Noticia de última hora: no soy para nada normal.

Abrió la boca para protestar pero Mason se lo impidió:

-¿Qué tal el colegio? – miró a los pequeños.

-Excelente – Molly sonrió – Nathan y yo hemos hecho muchos amigos.

-¿Qué hay de ti, Sophie? – le preguntó Hannah.

-Odio a la gente.

Todos nos miraron a Steve y a mí.

-Qué buena educación le están dando – masculló mi padre.

-¡Por Dios!, llevamos tres días con ellos – repliqué.

-Disculpe por mi forma de ser – espetó Sophie – Y también disculpe por sentirme culpable por la muerte de mis padres – se levantó y entró a la casa corriendo.

-Bien hecho, papá – me puse de pie, arrojando la servilleta sobre la mesa – ¿Tienes una piedra como corazón o qué mierda?

-Te prohíbo que me faltes al respeto – dijo entre dientes, golpeando la mesa con su puño.

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