POV MAIA.
No me molestaba viajar en autobús. Lo que me molestaba era tener que hacerlo cuando el clima superaba los 30° y las ventanas no eran suficientes para no sentirme tan sofocada. Sin mencionar el hecho de que la gente no respetaba tu espacio vital y te vieras en la necesidad de usar falda para no morir de calor.
-Dios, Danvers - exclamó Steve en un susurro, a mi lado - Quita esa cara. Estás asustando a todos en este autobús.
Apreté los labios para evitar insultarlo. Los niños estaban en los asientos de enfrente y no quería que me escucharan decir malas palabras.
-Adelante, insúltame - me retó.
-No lo haré - mascullé.
Steve sonrió y me dio un beso en la comisura de mis labios.
-Aún no entiendo qué hago aquí - intervino Noah, inclinándose un poco hacia adelante.
-Para vigilar a los niños cuando Maia y yo estemos ocupados besándonos - bromeó Donson.
-No es gracioso - entrecerró los ojos y regresó a su asiento.
Solo éramos nosotros tres a cargo de los pequeños. Hannah había rechazado la invitación alegando que debía resolver algo. No pregunté al respecto, pues respetaba su privacidad. De cualquier forma esperaría hasta que ella quisiera hablar de ello. Por otro lado, April decidió pasar la tarde con sus padres y Mason debía hablar con Thalia. Esto último lo sabía porque en la mañana había hablado con mi hermano para contarle lo sucedido en casa de Justin, y tras maldecir y disculparse por no atender las llamadas, me aseguró que le dejaría en claro a Thalia que no la queríamos en nuestras vidas.
Solté un suspiro de alivio cuando llegamos a nuestro destino y empujé a varias personas para bajar lo antes posible. Cuando Steve llegó hasta mí, pasó un brazo por mis hombros y dijo:
-Ya pasó lo peor.
Al menos no mintió en eso. Sinceramente valió la pena soportar el viaje en autobús para ir al acuario de la bahía. Los niños estaban maravillados y jalaban a Noah para enseñarle todos los animales y datos curiosos que habían aprendido en clase.
-Ha avanzado mucho - murmuró Steve, refiriéndose a Sophie. Quitó su brazo de mis hombros para entrelazar nuestras manos - No quiero que eso cambie cuando le digamos la verdad.
-Te diré lo que va a pasar - hice una pausa - Se enfurecerá por ocultárselo a tal punto que ni siquiera querrá mirarnos a los ojos. Pero eventualmente lo superará y nos perdonará porque sabrá que estar enojada con todo el mundo no traerá a sus padres de vuelta.
-Sophie es una mini tú - bromeó, tratando de aligerar el ambiente.
-La única mini yo que quiero tener - repliqué.
-¿No te gustaría tener una familia, Danvers? - elevó ambas cejas.
-Tengo una familia: mis hermanos, papá, mis amigas, y ahora tú y los niños.
-Me refiero a una propia.
El trato de Thalia hacia mí y su abandono habían dejado ciertas secuelas. Me aterraba llegar a ser como ella cuando tuviera hijos. Ciertamente no era amorosa y no me gustaba la idea de que mis hijos pensaran que no los quería. Podría explicarle todo eso a Steve, en cambio, dije:
-En absoluto - negué con la cabeza.
-Realmente creí que a pesar del clima, recurririas a jeans y camiseta holgada - internamente agradecí que cambiara de tema.
Me miré a mí misma. Hubo un tiempo en el que me encantaba usar faldas, shorts y vestidos. Pero entonces ocurrieron un par de eventos que me hicieron cambiar de opinión. Al parecer los chicos creían que tenían derecho de acosarte por el simple hecho de usar ropa corta. Sin embargo, ahora podía defenderme y tenía a dos hermanos que me protegían. Sin mencionar el hecho de que mi nuevo y sorpresivo novio podría noquear a una persona de un solo golpe si alguien me hacía sentir incómoda o intentaba tocarme. Por esa razón me había sentido con la seguridad de usar una falda de mezclilla y una camiseta de manga corta.
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TENÍAS QUE SER TÚ
Teen FictionUna desilusión amorosa lleva a Maia Danvers a jurarse a sí misma no volver a involucrarse con ningún chico. Sin embargo, sus planes cambian cuando su mejor amiga le pide que finja ser novia de Steve Donson para hacerle entender que ningún chico tien...