12. OFRENDA DE PAZ.

13 2 7
                                    

POV MAIA.

A la mañana siguiente me levanté temprano para ir al súper. Tomé el coche de Steve y conduje a una velocidad prudente. Aún no tramitaba mi licencia y no quería verme obligada a llamar a mi padre para pagar la fianza.

Estacioné el coche y entré al supermercado.

-¿Maia? – dijo una voz familiar.

Giré sobre mis talones, encontrándome con la persona que probablemente me daría respuestas.

-Greg Parker – dije, a través de un nudo en la garganta. Mason y yo habíamos querido contactarlo; y de haberlo logrado, mi mellizo sería quien trataría con él, pues ni loca volvería a involucrarme con la familia Parker – Qué sorpresa verte de nuevo.

-Para mí no es ninguna novedad encontrarte en el supermercado con pijama – sonrió.

-Tenía que comprar unas cosas de última hora – me encogí de hombros, aparentando absoluta normalidad – Y ahora debo apresurarme para no llegar tarde a clases.

-Entonces no te quito más tu tiempo – se hizo a un lado.

-¿Noah sabe que estás aquí? – decidí preguntar.

Negó con la cabeza.

-¿Te importaría guardar el secreto? Quisiera darle la sorpresa personalmente.

-Cuenta con ello – pasé junto a él y aceleré el paso al dar vuelta en la esquina. Y entonces me detuve de golpe al recordar que debía pedirle su número de celular. Regresé al pasillo de harinas pero Greg había desaparecido.

**********

Llegué a casa y me dirigí a la cocina, en donde Steve intentaba peinar a Sophie.

-¿En dónde mierda estabas? – demandó él.

-No me hables así – espeté, dejando las bolsas en la mesa – Y mucho menos frente a Sophie.

Rodó los ojos.

-Toma – le arrojé las llaves y él las atrapó en el aire.

-¿Usaste mi coche? – me dirigió una mirada furibunda.

-No lo choqué; si eso es lo que te preocupa – me acerqué a él y sonreí inconscientemente al ver la manera en que intentaba peinar a la pequeña: en una mano tenía una aspiradora; en la cual había una liga en la boca, y en la otra sostenía un cepillo – Apártate. Yo me encargo – intenté quitarle el cepillo pero él lo hizo a un lado.

-Mejor ocúpate del desayuno. Tengo esto cubierto.

-¿De dónde sacaste esa manera de peinar? – regresé a la mesa y comencé a sacar las cosas de las bolsas.

-Existen tutoriales para este tipo de situaciones – respondió distraídamente.

Sin poder evitarlo, lo miré. Aspiró el cabello de Sophie y cuando recorrió la liga, expulsó el cabello. Sea cual sea el tutorial que vio, había funcionado. Steve adornó la coleta alta de Sophie con un mono y sonrió orgulloso. Antes de que se percatara de que lo estaba observando, continué con lo mío.

**********

-¡Maia, se nos hará tarde! – gritó Hannah desde la planta baja.

Resoplé y me vestí lo primero que encontré en mi closet: jeans, camiseta y tenis. Tras colgarme la mochila en el hombro, bajé. Noah esperaba en la sala, así que me apresuré para pedirle entre susurros que tuviera paciencia con Sophie.

TENÍAS QUE SER TÚ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora