TENÍAS QUE SER TÚ

24. INESPERADAMENTE.

POV MASON.

-April – la llamé desde el pie de la escalera – Llegaremos tarde.

No hubo respuesta, pero diez minutos después, bajó.

-Odio que me apresuren – bufó.

-Y yo odio llegar tarde.

-La fiesta es en tu casa – me recordó – Y tu casa está al lado. Además, comenzó hace una hora. Estamos bien de tiempo.

Sin decir nada más, salimos. Afortunadamente mi padre había accedido a cuidar a los niños y prestarnos la casa para hacer una fiesta. ¿El motivo? Habían aceptado a Noah en la facultad de medicina.

-Deberíamos aprovechar la fiesta para hablar con Steve – sugerí.

-¿Con Steve? – frunció el ceño. Al parecer la había tomado por sorpresa.

-Sí, sobre nosotros.

April se detuvo frente a mi casa así que yo hice lo mismo.

-No tendremos esta conversación de nuevo – sentenció.

-¿Hablas en serio? – exclamé – ¿Por qué no podemos vencernos a nosotros mismos? Me dijiste que lo intentaríamos. Prácticamente hemos estado saliendo a escondidas y realmente estoy cansado de adivinar todo lo que somos.

-Bueno, tal vez cambié de opinión.

Reí sin humor, dando un paso atrás.

-¿Qué es gracioso? – se cruzó de brazos, molesta.

-Lo imbécil que puedo llegar a ser.

-¿Por qué?

-¿Acaso no me ves? – extendí ambos brazos a los lados – Creo que me estoy enamorando de ti pero tal parece no importarte. Y eso me convierte en un imbécil – sacudí la cabeza – Estás todo el tiempo predicando sobre el amor. Bueno, aquí está: justo frente a ti, y le vas a dar la espalda – hice una pausa – Estoy seguro de que sientes algo por mí, pero estás tan asustada para admitirlo porque la última vez que le diste tu corazón a alguien más, resultó herido.

-¿Sabes por qué te estoy rechazando? – dio un paso hacia enfrente – Conozco perfectamente tu vida amorosa, y no estoy lista para ser otro de tus errores.

Antes de poder responder, Maia salió de la casa y gritó:

-¿Qué hacen ahí parados? ¡Vamos, entren!

April intentó dar media vuelta pero la detuve por el brazo.

-Encuentra a alguien que te quiera mejor que yo – espeté, y pasé junto a ella.

POV NOAH.

-No puedo creer que Arthur accediera a cuidar a los niños y prestarnos la casa – exclamó Steve por encima de la música.

-Conoces a Maia. Sus métodos de convencimiento son superiores a cualquiera de nosotros.

En ese momento apareció mi hermana junto con Mason y April. Después de saludarnos, las chicas se fueron para buscar a Hannah.

-¿Hay algo que deba saber? – Steve miró a mi hermano con una ceja elevada.

Mason lo interrogó con una mirada ceñuda.

-April parecía enojada – respondió Donson.

Mi hermano bebió un trago de cerveza. Me dio la impresión de que estaba haciendo tiempo mientras pensaba una respuesta.

-Sí, estaba enojada – dijo al fin –; porque no encontró su blusa favorita.

-Mujeres – suspiré.