16. LA SOMBRA DEL PASADO.

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NOTA: En algunos capítulos, como este, habrá una canción que estará relacionada con lo que esté sucediendo en el capítulo. Podrás escucharla cuando aparezca la frase: "reproducir canción de multimedia".
Sin más preámbulos, los dejo disfrutar del capítulo 😉

POV MAIA.

Sophie y yo bajamos las escaleras con Steve y mi padre mirándonos.

Sin decir nada, mi padre tomó a Sophie de la mano y salieron de la casa. Al parecer comenzaban a llevarse bien. Solo entonces, miré a Steve.

-Maia, sobre el beso...

-Hablaremos de eso después – lo interrumpí – Ahora debemos asistir a esa estúpida fiesta. ¿Cómo me veo?

-Te ves bien – algo en su tono me hizo pensar que quizás estaba mintiendo.

-Pero... – alargué.

-No te ves como tú.

-¿Cómo debería interpretar eso? – fruncí el ceño.

-Como un cumplido – se encogió de hombros.

Sin decir nada más, entrelacé nuestros brazos para salir de la casa y subir al coche. Para mi alivio, Steve no me abrió la puerta. Eso significaba que las cosas entre nosotros seguían... normal. Oh, pero a quién engaño. Nada en nosotros era normal.

**********

Bajamos del coche y Donson le entregó las llaves al hombre del valet parking.

-Espero que ambos se comporten – papá murmuró con una sonrisa fingida. Sabía perfectamente que estaba ocultando su enojo – Nada de peleas, gritos o ir por ahí corriendo. Es una fiesta, no un parque de atracciones.

-¿Eso quiere decir que no podremos nadar en la fuente? – hice un mohín.

Steve rio por lo bajo, pero dejó de hacerlo cuando mi padre nos miró con severidad.

-Hablo en serio, Maia. Todos mis socios están aquí y no quiero que se den cuenta de lo malcriada que es mi hija.

Abrí la boca para protestar, pero Steve me lo impidió; negando con la cabeza. Por única ocasión le hice caso y mantuve la boca cerrada mientras entrábamos al salón, el cual era lujoso y espacioso. En cuanto cruzamos la puerta, varios flash de cámaras me cegaron por unos segundos. Cuando atravesamos a todos los fotógrafos, nos dirigimos a un pequeño grupo de hombres.

-Tú debes ser Maia – dijo uno de ellos – Y tú Steve Donson. Lamento la pérdida de tu familia. Conocía a tus padres desde la universidad – miró hacia abajo – ¿Y quién es esta pequeña?

-Sophie – respondió Steve –, nuestra hija.

-En realidad están cuidando a Sophie para un proyecto de sociología – intervino mi padre, al ver el escepticismo de sus amigos. Probablemente estaban pensando que Steve y yo éramos muy jóvenes para tener una hija y que habíamos arruinado nuestra vida.

Para ser abogados tienen pensamientos muy retrógradas, pensé.

Antes de que alguien pudiera decir algo más, Sophie huyó a toda prisa.

-Yo me encargo – Steve fue tras ella.

-Maia – papá llamó mi atención –, quiero presentarte a mis socios. Son de la firma de abogados.

-Tu padre nos mencionó que quieres estudiar música – comentó un hombre británico. Lo supuse por el acento de su voz – ¿Lo has pensado detenidamente? Creo que estudiar derecho te proporcionaría mejor estabilidad.

TENÍAS QUE SER TÚ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora