5. UN GRAN ESPECTÁCULO.

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Ignorando el dolor de cabeza con el que había amanecido, me vestí mi ropa deportiva y bajé a la cocina, en donde me encontré con mis hermanos y mejor amiga. Sin decir nada, Noah me pasó un vaso con agua y una aspirina. Le sonreí, agradecida.

-Qué noche – murmuré, después de tomarme la pastilla.

-Hace mucho que no me divertía así – exclamó mi mellizo.

-¿De qué hablas? – me hice una coleta – Sales de fiesta con regularidad.

-Pero tú no – repuso – Y nunca habíamos unido a nuestro grupo de amigos. Además, nuestro hermano mayor está aquí – pasó un brazo por los hombros de Noah.

Antes de que Noah se fuera a la universidad, teníamos la costumbre de correr todas las mañanas. Ahora Mason prefería correr con Steve y April y yo con Hannah. Pero durante la estadía de Noah, habíamos decidido correr juntos, como en los viejos tiempos.

Salimos de casa e hicimos estiramiento. Después comenzamos a correr y cuando pasamos por la casa de los Donson, April y Steve iban saliendo. Al verlos unirse a nosotros supuse que Mason los había invitado.

April, Hannah y yo corrimos delante de los chicos, pues ellos se habían enfrascado en una conversación. Por dentro rogaba que a Steve no se le ocurriera decirle a mis hermanos que yo lo había besado, porque aún no tenía una buena explicación.

-Ayer se fueron sin avisar – comentó April.

-Me sentía mal – mintió Hannah.

-Deberíamos hacer algo esta noche – dijo April.

-Nada de fiestas – me apresuré a decir.

-Pero si ayer te estabas divirtiendo – frunció los labios.

-¿Por qué no vamos al cine? – sugerí.

-Eso lo hacemos con regularidad – bufó mi mejor amiga.

-Vamos de fiesta – suplicó April.

-¿Alguien dijo "fiesta"? – Mason pasó un brazo por mis hombros.

-Qué entrometido eres, hermanito – rodé los ojos.

-¿Irán de fiesta? – insistió.

-Eso queríamos – respondió April – Pero la aburrida de tu hermana no quiere.

-Vamos, Maia – exclamó mi mellizo.

-Olvídalo – me negué rotundamente – Tengo planes.

-¿Qué puede ser más importante que pasar tiempo con tus amigas y hermanos? – enarcó una ceja.

-La música.

-Déjalo para después – dijo Noah detrás de mí – Recuerda que solo estaré aquí por un tiempo. Y quiero pasarlo con mis hermanos.

-Lo pensaré – dije al fin.

Llegamos al gimnasio y no tardamos en comenzar con la caminadora. Misteriosamente me tocó frente a Steve. Lo único que hice fue poner cara de póquer y evitar cualquier contacto visual.

**********

-¿Ya te has decidido? – Noah me dirigió una mirada mientras salíamos del gimnasio.

Abrí la boca para responder pero Mason se me adelantó:

-Si vas con nosotros, haré cualquier cosa que me pidas.

-Iré si Noah reconsidera lo que platicamos sobre su vida – me detuve y giré sobre mis talones.

-Ya hablamos de eso, Maia – soltó un suspiro.

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