19. UN PASO MÁS CERCA.

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POV HANNAH.

Después de un par de horas en el hospital, al fin todos estábamos de regreso. Steve ayudó a Maia a subir a su habitación y los demás nos dirigimos a la sala.

-Aún no puedo creer que Maia y Steve están juntos – Mason parecía atónito – Se odiaban a muerte y ahora... – ni siquiera pudo terminar la frase.

-¿No sabías nada al respecto? – April me miró.

-Ya les había dicho que no – rodé los ojos – ¿Steve no te dijo nada?

Sacudió la cabeza.

-Aunque me hubiera gustado que lo hiciera. Asi sabría cómo comenzó todo.

Verás, todo comenzó cuando Noah terminó conmigo y...

-Maia me dijo que no era la primera vez que besaba a Steve – comentó Arthur, sacándome de mis pensamientos – Le pregunté al respecto pero evadió el tema.

-Sin duda debe darnos explicaciones – afirmó Noah.

-No precisamente – me apresuré a decir. No podía arriesgarme a que descubrieran la verdad y que mi venganza se fuera a la mierda – Estan juntos, ¿y qué? Una relación, o lo que sea que hay entre ellos, es de dos personas. Nosotros no tenemos porqué opinar. No nos incumbe.

-Claro que nos incumbe – refutó Mason – Somos su familia.

-No me lo tomes a mal pero tú y Noah se irán de aquí – objeté – No serán parte de su familia.

Ambos se tensaron, pero no me contradijeron.

-Hannah tiene un punto – intervino April – Si Steve y Maia quieren hablarnos al respecto, bien. Pero no tenemos derecho de pedirles explicaciones, sin importar que seamos su familia o amigas.

En ese preciso momento el timbre resonó por toda la casa. Rápidamente me levanté y fui a abrir. Era Kate — la madre de April — y los niños.

-Gracias por cuidarlos – me hice a un lado para dejarlos pasar. Los niños no tardaron en correr a la cocina. A excepción de Sophie, la cual se tomó su tiempo para seguirlos.

-No es nada – Kate me dedicó una sonrisa – A Tim y a mí nos agradan.

Nos dirigimos a la sala, y April saltó de su asiento para abrazar a su madre. Siempre hacía lo mismo cuando sus padres regresaban de cualquier lugar: los abrazaba como si no los hubiera visto en años. Y eso me gustaba de mi amiga: su animosidad y cariño. Kate y Timothy también eran buenas personas, y desde que los conocí me han tratado como de la familia.

-Me enteré que Maia estuvo en el hospital – comentó Kate, sentándose junto a su hija en el sillón – ¿Cómo está?

-Afortunadamente la bala solo rozó su hombro – explicó Arthur.

-¿Han tenido noticias sobre Jayden?

Decidí dejarlos para subir a la habitación de Maia. Noah, Molly y yo debíamos regresar a casa. De cualquier forma, estaba al tanto de la situación de Jayden. Sabía que tenía varios cargos por acoso, intento de violación y abuso sexual. Por otro lado, Greg había sido interrogado y encontrado culpable por ser cómplice y ayudar a su hermano a huir de la justicia. Antes de poder llamar a la puerta, esta se abrió. Steve me dedicó una mirada rápida antes de irse. Lo odiaba, pero no por las razones que le había dado a Maia.

-¿Cómo van las cosas allá abajo? – preguntó mi amiga.

-Quieren saber cómo sucedió lo que tienes con Steve – sonreí – Pero los convencí de no exigirte explicaciones, por lo que no tendrías que mentir demasiado.

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