29. EL ATREVIMIENTO HUMANO ES UNA PALABRA: AMOR.

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POV MAIA.

Había amanecido de muy mal humor, lo cual no era ninguna novedad. Lo que me molestaba era el motivo: Steve Donson. Era la segunda noche que no podía conciliar el sueño gracias a él. La cuestión era: ¿la dificultad para dormir se debía al remordimiento que comenzaba a sentir por mentirle y jugar con sus sentimientos? ¿O quizás porque mis sentimientos por él estaban cambiando? Sea cual sea la razón, debía averiguarlo lo antes posible. Odiaba no tener control sobre las cosas, y más si se trataban de mis sentimientos.

Encendí la televisión con la esperanza de despejar mi mente por unos minutos, pero entonces me encontré con que estaba en el canal de noticias en donde informaban sobre un asesinato múltiple en el reclusorio.

-Las autoridades no han querido dar una declaración al respecto – estaba diciendo el reportero – Pero sin duda se trata de Brian Warren, el cual había sido acusado por intento de homicidio en contra de Maia Danvers. También sé encontraron sin vida a otros tres jóvenes: Justin Gibson, Hunter Cobb y Lion Peters; los cuales habían sido acusados por violación y tentativa de homicidio.

Mi celular comenzó a sonar, por lo que apagué la televisión y contesté.

-Están muertos – era Brooke, y se escuchaba algo agitada – Salí a correr e iba pasando por un local en donde vi la noticia. Los encontraron hace un par de horas en sus celdas.

No respondí. La noticia me había tomado por sorpresa. En definitiva ninguno de ellos habían sido de mi agrado, pero eso no hacía desaparecer la interrogativa: ¿quién podría odiarlos tanto como para asesinarlos?

-¿Sigues ahí? – Brooke me sacó de mis pensamientos.

-Te veo en Mitchell's en una hora – dije antes de colgar.

* * * * * * * * * *

Entré a Mitchell's maldiciendo entre dientes. Había salido de mi casa con el tiempo justo y no me imaginé que el autobús tardaría en pasar. Sin mencionar el tráfico, el calor y la gente. Al menos había tomado una decisión sensata respecto a mi ropa: short, blusa de tirantes y tenis.

Brooke me esperaba en una mesa del fondo. Apenas me vio, dijo:

-Llegas una hora tarde.

-Lo sé – me dejé caer en el sillón frente a ella – El autobús tardó en pasar.

-Pensé que vendrías con Steve – comentó, y luego bebió de su malteada – O al menos que te traería.

-Tuvimos una discusión y no nos dirigimos la palabra – expliqué con simpleza. Rápidamente busqué a un mesero con la mirada y cuando lo encontré, moví mi mano para que se acercara. Tras pedir lo de siempre, se marchó y yo regresé mi atención hacia Brooke – Papá dice que debo darle su espacio pero Noah asegura que lo mejor es que solucionemos nuestras diferencias.

-¿Y qué es lo que tú quieres? – ladeó la cabeza.

-Bueno, también necesito pensar las cosas así que prefiero mantener la distancia.

Asintió, como si estuviera de acuerdo.

Permanecimos en silencio por unos segundos. Eso me dio tiempo de mirarla con detenimiento. No sabía si era por el calor o porque se sentía cómoda, pero había vuelto a usar la ropa que normalmente vestía: llevaba un vestido y tenis.

-Me alegra que ya no uses esos pants tan espantosos – comenté con una sonrisa.

Se miró a sí misma.

-Oh, gracias, supongo – levantó la cabeza – Aunque debo admitir que dudé en ponerme algo tan descubierto. Pero entonces recordé que saldría contigo así que... – se encogió de hombros.

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