Bienvenida a la familia

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Chris Argent estaba en una de las paredes cerca de la entrada de urgencias del hospital para vigilar y avisar si el benefactor llegaba, pero esa no era la razón de su creciente nerviosismo, ni siquiera el hecho de que tenían 30 minutos antes de que Scott realmente estuviera muerto y no pudiera regresarlo de la muerte, a pesar de que eso si le causaba un gramo de nervios, la verdadera razón de su ceño fruncido y de la preocupación que se extendida desde su estómago hasta su corazón como un reptil, era el hecho de que su querida y maniática hermana Kate Argent ahora sabia sobre la existencia de Edalyn y temia que fuera al hospital para verla.

Para convencerla de unirse a su lado, tal vez era un miedo absurdo dado que Edalyn le ha demostrado que en verdad lo quiere y lo aprecia a pesar de sentirse aun algo molesta por haberle mentido sobre sus orígenes, pero ahora que ella sabia toda la verdad su relación se había vuelto mas sólida, mas unida y estaba aterrado de que su hermana arruinara lo que con tanto esfuerzo había construido.

Que le arrebatara a su hija, así como alguna vez lo hizo con Allison.

No quería que Edalyn cambiara la persona que era solamente por culpa de la maldición del apellido Argent, odiaría si por su culpa, esa hermosa y simpática chica, con un alma infantil y pura, con un corazón bondadoso y un sentido del humor bastante extraño se convierta en una total desconocida. No cuando le alegraba el alma ver sus ojos brillante al pasar por un puesto de helados o al ver películas como una familia feliz mientras pedían de cenar.

No cuando le hablaba con las palabras atrabancadas de la emoción que sentía por contarle como le fue en su día, de platicarle todos los chismes de la escuela de los que se había enterado y de hablar como por quince minutos de lo odioso que le resultaba Liam Dunbar a la hora de compartir su hora de estudio con Mason.

Estaba empezando a amar a esa niña que aun existía dentro de su hija, esa chica que a pesar de estar ya involucrada en el mundo sobrenatural, parece no tomarle la debida importancia o seriedad al asunto, lo cual era refrescante porque no se concentraba en los problemas sobrenaturales, sino que al hablar de cosas mundanas, te hacía sentir normal aunque fuera por un breve momento y no quería que eso cambiara.

—¿es aquí donde sacamos unos lentes negros y empezamos a andar por los pasillos con un arma en manos? —su voz lo saca de sus pensamientos y le sonrie un poco de medio lado

—debes dejar de ver tantas películas—

—ver películas es en lo único que soy buena—murmura Edalyn divertida viendo hacia la puerta—¿Por qué esta tan preocupado? Todo saldrá bien, créame, mi instinto de pelirroja me lo dice—

—tu instinto de pelirroja te dijo la otra vez que faltaras a clase de matemáticas porque el maestro iba a matar a tus compañeros—

—puso un examen sorpresa lo cual es lo mismo, además me salve de realizarlo y así pude sobornar a Brenda para que me pasara las respuestas y saque diez, no debe quejarse por hacer bien mi trabajo—

—tu trabajo es ir a clases y estudiar—murmura sin dejar de vigilar los pasillos

—y su trabajo es decirme que esta orgulloso de mi porque logre sacar diez, independiente de la manera en la que lo saque—contra ataca Eda haciendo suspirar a Chris quien no sabia que iba a ser del futuro de su hija si seguía sin tomarle la debida importancia a sus estudios

—¿Por qué no estas con Melissa o con Stiles? —voltea a verla de reojo

—Stiles me corrió de su escondite por ser demasiado fastidiosa y la madre de Kira me da miedo, siempre me observa de una manera amenazante, como si supiera algo que yo no...tal vez ella tenga información sobre lo que soy—murmura lo ultimo para si misma, pero Chris logro escucharla y si eso era cierto, ya tenia algo que hacer una vez que todo eso terminara, hablaría con la madre de Kira para ponerle fin al misterio que rodea a Eda

Hell Wolf |Liam DunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora