Ojos de serpiente

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Edalyn empezo a abrir los ojos lentamente, cerrándolos nuevamente por la luz clara del cielo azul frente a ella, el sonido de los pájaros y la picante sensación del césped sobre su cuerpo eran los estímulos que la estaban haciendo reaccionar de una vez por todas, se sentía muy cansada, exhausta por no decirlo de otra manera, sentía el pequeño calor de una fogata al igual que el crepitar de la madera siendo consumida por el fuego, una manta cubría su cuerpo desnudo, empezo a orientarse un poco mejor cuando terminó de despertar.

Se empezó a incorporar con cuidado, le dolía gran parte del cuerpo y la cabeza sin saber porque, se ajusto la manta sobre el cuerpo con fuerza viendo a su alrededor desconfiada ¿Dónde demonios se encontraba? Lo ultimo que recordaba era a su hermana diciéndole que debía despertar al sabueso del infierno dentro de su hermano para poder sobrevivir y después todo se puso oscuro y borroso.

—veo que la dama decidió despertar—una voz burlona y aliviada la alerto haciéndola voltear con rapidez, sin descuidar la manta sobre su cuerpo

—¿Qué? ¿Quién eres tú? ¿Qué hago aquí? ¿Dónde está mi ropa? —

—esperaba que tu pudieras contestarme todas esas preguntas—responde divertido guiñándole un ojo mientras traía entre sus manos lo que parecía ser unas latas de sopa que puso en el fuego en una pequeña cacerola a hervir—espero que a la dama le guste la sopa enlatada porque es todo lo que tengo—

—he comido cosas peores—murmura sentándose en su lugar, viendo con detalle al chico frente a ella, un chico que, debía admitir, era bastante atractivo, tenia cabello castaño oscuro, ojos verdes, pero tanto como los de Liam, sino de un verde mas opaco, un verde que estaban inundados de tristeza

¿Por qué este extraño chico con una sonrisa en su rostro se veía tan triste? ¿acaso así se veía ella cuando sonreía? ¿Cómo si tuviera una tristeza que jamás podría ser remediada?

—así que ¿ya me dirás tu nombre o tendré que seguirte conociendo como la chica que me ataco desnuda en el bosque? —su pregunta la hizo sonrojar hasta ponerse del mismo color que su cabello

—yo-yo-yo no te ataque en el bosque—tartamudea—¿o sí? —

—claro que lo hiciste, tus ojos ardían con el brillo del sol y tus manos ardían, me lanzaste varias bolas de fuego antes de que cayeras al suelo inconsciente—

—espera ¿Por qué no estas aterrado? —ladea la cabeza confundida, pero alerta en caso de que fuera alguien que quisiera utilizarla para sus propios motivos ocultos y perversos

—no estoy aterrado porque yo soy un hombre lobo—y para demostrarlo hizo brillar sus ojos, haciendo que su agitado corazón y la paronia de Eda se calmaran un poco, aunque aun no bajaba la guardia del todo—y tú eres una elemental ¿o me equivoco? —

—no te equivocas—murmura ocultando su rostro en su cabello pelirrojo mientras olfateaba el aire con añoranza por comer algo—¿ya casi esta la sopa o...

—depende de si ya estas lista para decirme tu nombre—Eda bufa divertida

—Edalyn, mi nombre es Edalyn ¿Cuál es el tuyo? —

—Theo, un placer conocerte Eda ¿puedo llamarte Eda? —la mencionada asiente con la cabeza—bien, Eda, no creo que quieras seguir desnuda debajo de mi manta, por lo que te conseguí algo de ropa, te quedara grande, pero cumplirá su propósito—

—gracias—murmura aun muy avergonzada mientras aceptaba las prendas, Theo le decido una pequeña sonrisa antes de darse la vuelta para que la pelirroja pudiera vestirse, una vez que lo hizo, se sentó frente a él a comer la sopa enlatada con entusiasmo, como si no hubiera comido en días, lo cual podría ser cierto

Hell Wolf |Liam DunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora