El primer día luego de que Eda fuera expulsada de la manada y de la casa de Scott McCall, despertó en casa de Theo, el chico seguía dormido y Eda no tenia ánimos de hablar con él, así que solo le dejo una nota, dándole las gracias por haberle dado un lugar donde pasar la noche y que lo vería luego por ahí, tomo su mochila y salió por la ventana hacia la calle, en dirección de la ultima persona a la que quería recurrir, en dirección a Derek Hale.
Quien como siempre, la recibió con los brazos abiertos, porque, con él, ella siempre tendría un lugar donde quedarse, a pesar de no ser un lugar muy convencional, ese edificio de departamentos era tanto suyo como de él. Las siguientes horas, Derek se la paso escuchando el relato de sucesos que la había llevado hasta ese momento.
—intente dar lo mejor de mí, Derek, lo intente, pero, ni siquiera mi mejor intento es suficiente para nadie, ni siquiera mi mejor versión es suficiente y Liam...yo aun lo quiero, lo quiero mucho—se le rompe la voz y empieza a llorar, apretando en el proceso el corazón de Derek—¿Qué me falto? ¿Acaso soy tan horrenda? —
—nunca digas eso, no te falto nada, Eda, eres la mejor
—no es cierto, si lo fuera él no me habría cambiado por Hayden...yo era su novia...yo era...y él...él me cambio por la otra chica, ¿eso en que me convierte? ¿acaso fue porque no quise tener sexo con él? ¿fue porque como mucho? ¿Por qué soy demasiado anormal?
Derek no sabía que hacer, nunca fue bueno consolando a las personas, así que solamente se queda ahí, correspondiendo el abrazo de Eda y acariciando su espalda, tratando de absorber su dolor, pero era imposible, porque ella no sentía dolor físico, su dolor era algo profundo, algo que ni siquiera él, con sus poderes sanadores de lobo podía curar y luego de volver a llorar por un par de horas, se quedo dormida en el sillón, con Derek tapándola con una manta.
El viejo hombre lobo estaba incrédulo ante lo que la manada, que antes, con tanto cariño recordaba como se protegían los unos a lo otros, había hecho tal acción en contra de uno de los suyos, quería ir a asesinar a Liam por hacer que Eda se sienta insuficiente, que la hiciera cuestionarse todo y que dejara de comer por su culpa, odiaba a ese chico ¿Quién se creía para cambiar a Eda? ¿acaso no se daba cuenta de lo que acababa de perder?
Preso de una furia incontrolable y dejando que su lobo interno tomara el control, algo que no hacia desde hace mucho tiempo, fue a la casa de los McCall donde al ver a Scott, lo empujo con fuerza azotándolo contra la pared, de la misma manera que él había hecho en el pasado con su anterior beta Issac, Scott se levanta con un poco de dificultad viendo los ojos furiosos de Derek, pero al mismo tiempo, decepcionados.
—Scott, nunca creí que estaría decepcionado de ti pero ahora lo estoy, eres el alfa, debes cuidar de tu manada y has dejado que Eda se saliera del camino...quieres proteger a todos que no proteges a los tuyos
—se que cometí un error
—uno grande, no puedo creer que le digieras todas esas cosas a Eda, entiendo que estabas desesperado por encontrar a Liam, pero ¿pensaste en cómo se sentía ella? Su novio había sido secuestrado y cuando los encuentra, lo ve besando a esa otra chica, luego llega y la corres de la casa ¿sabes el daño que le has causado?
—yo no sabia que Liam había besado a Hayden
—aun así, no debiste echarla, cuando sabes que no tiene un lugar donde quedarse, tiene suerte de que siga en Beacon Hills, te quiero lejos de ella, no quiero que te vuelvas a acercar a Eda, ni tu, ni Liam, ninguna persona de tu manada—sale de ahí un poco mejor por haberle gritado al joven alfa
Pero su furia aun no estaba del todo satisfecha, quería vengarse del chico que le rompió el corazón a su protegida, pero eso no era de su incumbencia, en especial porque ni siquiera conocía a Liam, pero ¿eso alguna vez lo ha detenido? La respuesta era un claro NO.
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Hell Wolf |Liam Dunbar
FanfictionCuando la hermana de Jordan Parish llega a Beacon Hills para dejar atrás su llameante pasado y tener un semestre tranquilo. Scott McCall y su manada le arruinaran sus planes. ¿Será que ese lobo novato podrá calmar su ardiente personalidad? ... -¡Zan...