Cuando la hermana de Jordan Parish llega a Beacon Hills para dejar atrás su llameante pasado y tener un semestre tranquilo.
Scott McCall y su manada le arruinaran sus planes.
¿Será que ese lobo novato podrá calmar su ardiente personalidad?
...
-¡Zan...
Dolor, fuego ardiendo corriendo por sus venas, una sensación imparable de una marea que amenaza con arrasarte, ahogarte y sumergirte en las profundidades de una inconsciencia de la cual no podrías despertar jamás, el efímero momento entre la vida y la muerta era lo que se respiraba en esa bóveda.
Una patología desgarrando todo a su paso, piel, hueso, sangre, coherencia, incluso a la que decía ser inmune a la enfermedad estaba lentamente consumiendo a su poderoso poder sin tener idea de como eso era posible, Allison le había dicho que era inmune, y ende ahora, ahí, recostada a lado de Malia, con su cuerpo entero ardiendo en un cumulo de pequeñas explosiones dentro de ella que se retenían, una bomba a punto de estallar sin saber con cantas victimas perecerían bajo su mortal liberación.
—dijiste que esto no me haría daño—murmura viendo a Allison frente a ella, Malia inconsciente a su lado, no era capaz de oírla y los demás sumergiéndose en su propio dolor la ignoraban—dijiste que no me pasaría nada—
—y no debería ser así, pero reniegas de tus poderes—responde la pelinegra poniéndose de cuclillas frente a ella, frente a su hermanita, viéndola con impotencia por no poder hacer nada mas que verla agonizar junto con sus amigos
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—¿Qué? — cuestiona confundida, desviando un poco la mirada
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—es como lo que paso con el agua en ese pozo—murmura acariciando su frente, sin sentir nada, pero dándole confort a la pelirroja—tienes miedo de lo que eres y ese miedo bloquea tu potencial...tu mayor enemigo no es este virus, no son los cazadores o los asesinos, tu mayor enemigo eres tú, tu miedo y tus inseguridades— su suave voz lograba aliviar su dolor en una pequeña fracción—debes aceptar quién eres—
—¿Quién soy? —murmura la pelirroja temblando ligeramente por la fiebre tan alta que estaba teniendo, algo irónico dado que el fuego corría por sus venas y no era capaz de acceder a su poder interno—no se quién soy...siempre pensé que no conocer a mi padre no me afectaría nunca...pero ahora...necesito saber quien es él para saber quién soy yo—
—tú sabes quién es él...lo sabes—murmura con un nudo en su garganta, sorprendiendo a Edalyn quien no tenia idea de que los fantasmas podían tener sentimientos, que podían tener nudos en sus gargantas o lágrimas en sus ojos—no debes morir Edalyn, no aun al meno—
