Nuestros miedos

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Cuando todos se levantaron esa mañana, fueron a la escuela como si nada, pues se sentían relativamente bien, lo que no sabían es que los problemas estaban a tan solo la vuelta de la esquina y cuando Lydia empezó a recordar a su abuela y Scott a tener un ataque de pánico, dedujeron que lo que hacia el libro no era liberar los recuerdos de los doctores del miedo, sino, liberar memorias que fueron suprimidas por ser un trauma demasiado grande.

—Eda—fue lo que todos pensaron al sacar esa conclusión, si había una persona de la manada con mas traumas, con mas memorias probablemente suprimidas era ella sin duda alguna, el problema es que nadie la encontraba, no sabían dónde estaba.

Esa misma mañana, Eda fue a la escuela sintiéndose bien, desayuno con Scott y Melissa y fueron todos juntos a la escuela, separándose en el pasillo para ir a sus respectivas clases, cuando Liam vio a su pelirroja favorita, no dudo en acercarse a ella y recibirla con un beso.

—buenos días, zanahoria

—buenos días, lobito—responde divertida pasando su brazo por su torso y él sobre sus hombros, ambos hacían una de las parejas mas atractivas de su semestre, no solo porque ambos parecían modelos sacados de una revista, sino también porque ambos eran muy dulces.

­—saben que, en este mismo momento los odio—Mason se coloca a lado de Eda dejándola en medio y ella sonríe

—no nos odies, aun tenemos mucho amor para ti ¿verdad Liam?

—claro, luego quien te pasaría las tareas—se burla antes de soltar una exclamación de dolor al sentir su codo en sus costillas

—¿terminaste de leer ese libro anoche? —cuestiona Mason curioso por la respuesta al igual que Liam

—sí, sorprendentemente fue más fácil de lo que creí y no, no recuerdo nada de los doctores del miedo, honestamente, creo que ese libro es una farsa y no debimos escuchar a un loco de un psiquiátrico que se abrió el cráneo con un taladro—se encoje de hombros—por cierto, Mason, espero te hayas divertido anoche en el cinema—Mason se mostro confundido por un momento antes de sentir la mirada de Liam y entender la situación

—ahhh, si, claro, el cinema, chicos guapos pero arrogantes, dudo que vuelva a ir a ese lugar de ahora en adelante, así que ya no te preocupes por tu novio, no lo seguiré llevando por el mal camino—palmea el hombro de Eda y se aleja, enviándole un mensaje de texto a Liam diciendo:

"jamás volveré a mentirle a Eda por ti"

Y es que, para Mason, no era correcto mentirle a Eda, en especial cuando su relación con Liam acaba de empezar y este ya esta haciendo cosas que no debería hacer, amaba a su amigo, pero a veces era un completo idiota y si le hacia daño a Eda, seria muy difícil que lo perdone porque Eda merece algo mejor que un mentiroso.

Pero ¿Quién era el para juzgar?

...

Los besos de Liam eran tiernos y se sentían como besar a un algodón de azúcar, dulce y sabroso, Eda no supo como pudo pasar tanto tiempo alejada de esos labios tan tersos y cariñosos, sus manos, recorrían su cintura con cariño y delicadeza mientras que sus brazos estaban alrededor de su cuello, teniendo que estar un poco mas recargada contra los casilleros para no cansarse de estar de puntas por ser Liam más alto que ella.

Cuando dejaron de comerse las bocas, Liam coloco su frente sobre la de ella, sus respiraciones compasadas, lentas y rítmicas, sus pestañas acariciándose mutuamente y sus narices rozando como la suave seda de una tela hermosa.

—tendré que pellizcarme para asegurarme de que esto no sea un sueño—murmura Eda perdida en la fragancia y el aroma de Liam

—me estaba cansando de verdad de esta vida miserable llena de rabia hasta que te conocí—acaricia su mejilla con el dorso de su mano y ella cierra los ojos soltando un suspiro entrecortado—es como si esto fuera obra del destino, tú me das tanta calma, Eda—

Hell Wolf |Liam DunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora