El daño que hacen los padres.

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Iban camino al hospital, eso era todo lo que Eda sabia, su herida había sanado más rápidamente que la de Lydia por obvias razones, no tuvo tiempo ni siquiera de procesar lo que estaba pasando, en un segundo estaba viendo a unos hombres horribles con agujas en los dedos dirigiéndose a ella y al siguiente, Tracy estaba muerta y Lydia le iba a seguir si no lograban llegar con rapidez al hospital.

Solo había sentido el jalón de Stiles en su brazo antes de arrastrarla al Jeep, en ese momento, sus manos estaban cubiertas de sangre mientras estaba en la sala de espera del hospital, un teléfono sonaba con fuerza y no fue hasta que una enferma le indico que era el suyo, que pareció despertar del trance en el que se encontraba, los sonidos se hicieron mas presentes al igual que el ajetreo en el lugar, tomo su celular y contesto al ver que era su madre.

¿Por qué razón su madre le estaría marcando por teléfono? Sus llamadas eran los domingos en la tarde y eso, si ella tenía ganas de marcarle, por su parte, nunca había nacido el sentimiento de marcarle a su madre por voluntad propia, de hecho, sus llamadas eran cortas e incómodas, ninguna sabia como comportarse frente a la otra.

—¿Mamá?

—me llamaron del hospital, ¿de verdad vamos a comenzar con todo de nuevo, Eda? —la mencionada suspira con fuerza y se aleja del resto de la manada, los cuales estaban en la sala de espera, luego irían a la veterinaria para revisar el cuerpo de Tracy, algunos vieron a Eda salir hacia el estacionamiento, pero no la siguieron, pues, tal vez la llamada era importante y por eso quería privacidad

—¿Cómo que de nuevo? Ni siquiera te molestas en preguntar como estoy yo, vaya madre del año que eres, en verdad, creo que te darán un premio el mes que viene—su sarcasmo era su mejor defensa conta los ataques de su madre

—se que estas bien, siempre estas bien, pero esto no lo está, lo estas volviendo a hacer, primero los robos, la cárcel, luego las peleas y al final terminaras ocasionando la muerte de alguien en ese lugar, sabia que la violencia estaba en tus genes, que la sed de sangre es mayor que cualquier otra cosa en ti

—¿de que rayos estas hablando? Por dios mama, yo no tuve nada que ver ahora y ¿Cómo es que sabes que algo está pasando?

—soy una banshee—revela en un suspiro y Eda aprieta un poco los puños—y sentí cuando esa joven Banshee fue herida, entre nosotras tenemos un vínculo, siempre creí que seria Parish el que asesinara personas luego de que regresó del ejercito tan cambiado, pero en el interior siempre supe que serias tú, lo pude sentir desde que estabas en mi vientre

—¿sentir que? ¿el hecho de que soy producto de un amor adultero y a que diferencia de Parish a él si lo amaste?

—así que ya lo sabes

—si mamá ¿Qué esperabas? ¿Que no supiera que Chris Argent, el hombre que tiene prácticamente los mismos ojos que yo no se daría cuenta de que éramos muy similares? Aunque ya no tienes que preocuparte, él también se fue

—lo asustaste, es obvio que fue así cuando descubrió quién eres, es la maldición de los hermanos Argent

—¿la maldición?

—uno siempre esta condenado a perseguir al otro, el bien y el mal en una misma familia, esa maldita familia de cazadores, tu abuelo, el padre de Chris, asesino a su hermano cuando este se convirtió en hombre lobo y ahora, tu padre fue tras su hermana, Kate y es obvio que, si Allison era la buena, eso te vuelve a ti la asesina de esa generación

—Basta, por favor, ¿Qué quieres lograr con esto? ¿acaso no he sufrido suficiente de tu parte que ahora debes continuar atacándome a kilómetros de distancia?

Hell Wolf |Liam DunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora