『ᴘʟᴀʏ ꜰᴀʟꜱᴇ』ᴋᴀʀᴍᴀʟᴀɴᴅ/ʟᴜᴢᴜᴘʟᴀʏ

T W E N T Y S I X

Esta sentado junto a su ventana, en la mas alta de sus torres, desde ahí puede ver todo el poblado, las personas están haciendo sus actividades diarias como cualquier otro día, desearía un día como esos, uno normal, en el que iría a dar sus patrullajes diarios en bosque y si corría con suerte, al final de su jornada laboral, iría junto a Fargan o Lolito a reventar algún TNT o mina en las casas de sus amigos, ellos ofrecerían la idea de ir a cenar juntos, pero se negaría porque la mejor parte de su día era cuando se encontraba a su amado Luzu para cenar.

Suspiro y tomo otro trago de café de la taza medio llena entre sus manos. Cierra los ojos para seguir imaginando lo que alguna vez fue su vida; Luzu lo estaría esperando en la playa artificial en el centro del pueblo, sentado en una de esas sillas donde también es posible recostarse. Lo saludaría con un beso en la mejilla y preguntarían al mismo tiempo: "¿Como te fue hoy, cariño?". Reirían por su sincronización y se quedarían en el lugar por unos minutos conversando, a alguno de los dos le rugiría el estomago por hambre y en ese momento recordarían que deben ir a comer. Caminarían tomados de la mano a un restante cercano o a la casa de uno de los dos y cenarían sin prestarle verdaderamente atención al sabor de la comida, por estar maravillados con la presencia contraria.

El sonido del timbre interrumpió sus recuerdos. Se asoma por la ventana a ver quien será, su corazón se detiene al ver a una larga cabellera roja con el sombrero de alcalde bailando entre sus manos.

Los recuerdos de ese día vuelven a su mente:

Cuando Fargan y Alex volvieron de llevar a Luzu a prisión, todos se sentaron frente a el, algunos con mirada acusadora, otras neutras, algunas mas perdidas, pero, la mirada mas dolorosa fue la de Lolito, la misma mirada que Luzu tenía cuando anunciaron al ganador de las elecciones.

Se aleja de la ventana cuando ve al alcalde apunto de levantar la cabeza; tiene miedo no quiere ver otra vez esa mirada. Mientras baja las escaleras a toda velocidad no puede evitar en la sensación que trae los recuerdos después del juicio; se sintió la peor persona del mundo, la mas mala y el traidor mas grande.

Ese día, se sintió agobiado y asfixiado mayormente, tanto como la necesidad de sacarse la corbata en ese mismo instante y así lo hizo, la aflojo, se retiró su saco y las mangas de su camisas las doblo hasta su ante brazo, como una forma de liberarse a si mismo y prepararse para hablar.

—Llegue a Karmaland solo, sin familia o una sola cosa de valor, lo único que tenía era una espada vieja de madera... —comenzo a relatar. —Nunca hable de mi pasado, por el simple hecho de avergonzarme, —por primera vez, desde conocer a los héroes se sintió incapaz de verlos a los ojos. —Como todos, fui joven, inexperto, rebelde y sumamente estúpido; tome decisiones sin pensar y si, si fui un hijo oscuro, forme parte de la hermanad oscura de mi antiguo pueblo.

Ahí estaban otra vez, las miradas de unas personas confundidas y traicionadas por un juego falso, o eso pensaban ellos.

—¿Porque no lo dijiste desde el inició? Pudimos entenderlo y hasta ayudarte —Lolito titubeo al hacer la pregunta, sin embargo, necesitaba con urgencia una respuesta.

Auron guardo silencio unos segundos, decidiendo en si proseguir con la historia o desear su muerte en ese mismo momento. Decidió no responder la pregunta, se respondería sola si continuaba su historia.

—Trabaje directamente para los dioses oscuros, fui su sirviente mas fiel hasta el día de el encuentro sangriento; una Diosa fue atraída con mentiras hasta los Dioses oscuros, con la promesa de trabajar juntos por un futuro mejor. Mentiras para robar el don de Persefone y hacerse mas fuertes. —se vio obligado a guardar silencio unos segundos por el creciente nudo en su garganta. — A la hermanad oscura, en ese momento integrada por otras dos personas y yo, nos encomendaron la misión; nos dieron la poción correspondiente para robar el don. Todo lo hicimos tal cual las ordenes, pero los dioses calcularon mal sus pasos o simplemente nos engañaron, cuando Persefone tomo la poción no había perdido su don, al contrario estaba potenciado, ella estaba fuera de control y además era manipulada por los dioses oscuros. —Apretó los puños sobre sus piernas al recordar la frustración del encuentro sangriento. —Persefone termino con la vida de quien era mas que mi amigo... —. Guardo silenció, sintiendo el peso de la culpa al tener el recuerdo en su mente; Perxita el líder de la hermanad oscura de su pueblo y su pareja en ese entonces, en el suelo, con sangre saliendo de su cabeza nariz y boca.

A la actualidad el recuerdo sigue tan fresco, hace un poco mas de un año paso y siente que lo vivió minutos atrás.

Inhala aire de golpe para volver a la realidad, se dirige a pasos apresurados a abrir la puerta. Se encuentra con un pelirrojo con un traje perfectamente arreglado y su sombrero entre sus dedos, murmurando cosas inaudibles.

—Auron...

—Lolito... —murmuran simultáneamente. Por un segundo, el de piel de lava recuerda a Reborn, el tercer miembro de la hermandad oscura que pereció; Lolito y Reborn tienen la misma mirada, severa y firme pero con un brillo característico demostrando ese toque de locura, solo perteneciente a ellos.

—¿Puedo pasar? Necesito hablar contigo —el de ojos esmeralda titubeó a su propia pregunta, no cree estar la situación correcta para pedir entrar a la casa de a quien hasta hace apenas dos días le gritó hasta cansarse, aunque tampoco le pediría disculpas, Auron se lo había ganado.

—¿He? —la pregunta lo tomo desprevenido, había olvidado invitarlo a entrar. —Claro, claro, por favor entra —se hizo a un lado para dejarlo pasar, una vez lo hizo, cerro la puerta, antes dándole un vistazo rápido a la montaña de Luzu, más tarde iría a ver otra vez a Manolo, el  pobre debe sentirse muy solo.

Mientras bajaban las escaleras, Auron no pudo evitar recordar la última parte importante de ese día.

Vegetta negó con la cabeza incapaz de reprochar, quizá lo comprendía. Rubius miro hacia abajo, el ya lo sabia, Auron se lo dijo hace mucho tiempo y los mismísimo dioses en alguna ocasión se lo llegaron a decir, sin embargo tenia prohibido hablar  más de lo que le permitían. Willy y Fargan no sabían como sentirse, la noticia les sorprendió tanto que sólo pudieron reír por dentro, le habían jodido en mas de una ocasión a quien bien pudo ser su hermano oscuro. Mangel estaba mas preocupado por su  pareja mas que por la noticia en sí. Alexby estaba algo afectado, su compañero con quien vivió más de una aventura no confió en nadie, aun si los héroes le habían recibido con los brazos abiertos, aun así, como jefe de policía y héroe de Karmaland estaba dispuesto a arrestar a un posible traidor.

Todos reaccionaron internamente y en parte alivió a Auron, no soportaría ver lágrimas o decepción en los rostros de sus amigos. La reacción de Lolito fue física; a pasos firmes se acerco a Auron y estampó sus manos contra el escritorio que los separaba, con una expresión severa, la anterior decepción en sus ojos se transformó en furia.

—¿Acaso alguna vez confiaste en alguien que no fuera Luzu? —estaba apuntó de responder, pero recordó las palabras de Merlon: "Aveces en una discusión es mejor dejar desahogarse a la persona mas afectada, cuando una persona explota es mejor que lo haga por completo".

Y así lo hizo, no reacciono, no hablo o se movió, dejo a Lolito hacer lo que quisiese, grito y estuvo apunto de llorar. Cuando Lolito finalmente se calmó, guardó silencio unos segundos y pareció analizar algo, después lo señalo acusadoramente.

—Sr. Auronplay, aquí ahora y frente a todos los héroes de Karmaland, lo revocó de su poder como mano derecha, juez y héroe... Hasta nuevo aviso. —. Los presentes quisieron reprochar e incluso Vegetta le tomo por sorpresa la decisión, pero finalmente Lolito era el alcalde y tenía mayor poder en ese tipo de decisiones.

Auron lo comprendió, agradeció por todo con una reverencia sin verlos a los ojos y se retiró.

—Auron, Auron, ¿Me estas escuchando? —el de ojos esmeralda meneo la mano frente el rostro de su compañero, desde que bajaban las escaleras lo notaba fuera de la realidad.

—¿He? Lo siento, ¿Que decías?

—Brett logro traducir el libro de los dioses.

—¿Encerio? ¿Karmaland sigue por buen rumbo? Hace tiempo nadie revisaba el libro.

El pelirrojo miro hacia otro lado, ahora tocaba la parte difícil, aún mas cuando el de piel de lava parecía tan seguro del futuro. Suspiro llenando sus pulmones del valor que necesitaba.

—Todas y cada una de nuestras acciones nos llevaron al peor futuro escrito en el libro de los dioses. Estamos en punto muerto.

......