T W O

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El atardecer en Karmaland era por mucho una de las mejores que existian que aquel pueblo y Luzu lo sabia, no dudo en mostrarselo a su ahora fiel amigo y acompañante de maldades, o al menos eso se quería hacer, pero los planes nunca salen bien y este no era la excepción.

— Luzu — llamo Auron mientras prácticamente se arrastraba por la montaña, a Luzu le hizo un poco de gracia su estado, sus ropas sucias, cabello desordenado y con gotas de sangre saliendo por distintos lugares de su cuerpo.

— Menudo día de mierda has tenido — esbozo una sonrisa divertida.

Hacia meses de la llegada de Auron y hacia meses de su amistad, el suficiente como para conocerlo y saber la causa de su estado, lo mas probable es que alguien nuevamente le hubiera puesto una mina, eso o que hubiera hecho de gamberradas con Lolito o Fargan.

— Necesito ayuda —soltó una risa cansada.

— Dime.

Auron procedió a contar una muy divertida historia con todo y mímica que describía su mañana tan agotadora; resulta que inicio a minar tranquilamente y se encontró una  mina natural que estaba llena de bichos y como todo hombre valiente que es, decidió limpiarla  por si mismo sin pedir ayuda, pero claramente termino en un desastre.

—Hombre —Luzu sonrió divertido, pero evito las carcajadas al ver la mala cara de su amigo —Venga pues vamos —lo abrazo de los hombros encaminándose al búnker de Auron.

Nada mas de llegar y escuchar los sonidos de todo lo que había la pared sus ojos quedaron en blanco, se arrepentía un poco de haber ofrecido su ayuda, pero bueno ya no podía escapar.

Se miraron mutuamente para dar la señal de que era hora de entrar, el pelinegro abrió la puerta que puso improvisadamente para escapar y entraron.

La adrenalina los invadió de inmediato, peleaban espalda contra espalda; Luzu con su arco y Auron con una espada de hierro, todo salia de maravilla cada vez avanzaban mas y mas faltaba poco para terminar, pero entonces se escucho una fuerte y ruidosa risa nasal.

«¿Pero que?» pensaron ambos.

Cuando menos lo espenegra
se escucho el sonido de un vidrio al quebrarse y su visión se torno totalmente negra

—¡Luzu/Auron! — se llamaron mutuamente sin saber que sus oídos también fallaban, la risa sonó otra vez así como un vidrio quebrarse nuevamente, ahora ni siquiera podrían moverse.

La adrenalina se transformó en temor pensando que era su fin, lamentaron no haber sido cuidadosos, sintieron sus párpados pesados, lucharon por no ceder, pero eventualmente sus ojos se cerraron, su respiración se hizo cada vez mas débil y sus latidos lentos.

To be continued...

『ᴘʟᴀʏ ꜰᴀʟꜱᴇ』ᴋᴀʀᴍᴀʟᴀɴᴅ/ʟᴜᴢᴜᴘʟᴀʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora