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Nuevamente vio como salía de la escuela, UA se apreciaba en la entrada, una escuela que era para cerebritos o niños ricos, no había un punto medio, supuso que aquel chico era ambas, o eso era lo que dejaba ver a simple vista. Su uniforme pulcro, su cabello perfectamente peinado, limpio y suave a la vista, este se movía con el viento formando ondas suaves. Katsuki lo veía desde la calle de enfrente con ojos perdidos tamborileando los dedos en la superficie de su skate, vio como giraba en la esquina sabiendo perfectamente que después de ello se detendría en aquella prestigiosa academia de ballet.

-¡Bakugo! -la voz de su amiga lo saco de su ensoñación, si siempre se encontraba ahí en la salida, era justamente a espera de que Mina saliera- ¿de nuevo viendo a tu princesa?

El cenizo era de una escuela distinta, si, era un genio e igualmente su familia tenía una buena posición económica al ser sus padres diseñadores, pero la UA quedaba muy lejos de su casa, y si cada día iba ahí a la salida, era porque Ashido era parte importante de su grupo de amigos y les gustaba juntarse a la salida para ir al parque de skate.

-Si ese chico es la princesa entonces el Bakubro es su príncipe -comento un chico azabache riendo bajito.

-¡Más bien es la bestia! -Denki soltó una carcajada haciendo que los demás se unieran a las risas, Bakugo les dirigió una clara mirada de que se callaran pero fue ignorado por completo pues estaban más ocupados riendo.

-Más bien el lobo que se la quiere comer -Kirishima vio con una sonrisa al cenizo el cual viro los ojos.

-El lobo es de caperucita roja, animal -replico el rubio bufando- como sea, vamos, hoy debo volver temprano, mañana tengo un jodido examen de geometría.

Sus amigos asintieron y rápidamente lo siguieron, todo el grupito montando en skate paseando por las calles de Japón. Aquello le encantaba, lo hacia sentir libre, el viento chocando con su rostro moviendo sus cabellos, la adrenalina y aunque no lo admitiera, la compañía de sus amigos solo hacía mejor todo. Fue entonces que se pregunto si aquel chico se sentía igual cuando bailaba.

Pasaron frente a la escuela y entonces levanto el rostro, pudo notar el cabello de aquel joven moverse cuando hacía un giro, sus ojos se encontraron por una fracción de segundos y fue entonces que desvió la mirada sintiendo su rostro calentarse por aquello.


Contrary.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora