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Ver a la parejita por la calle era un total espectáculo, Shoto solía llevar aquellas medias blancas que su hermana le había regalado, un mini-short de mezclilla y cualquier playera color rosa, celeste o amarillo pastel; Bakugo siempre llevaba sus botas con casquillo negras, un pantalón militar y cualquier sudadera negra que tuviera a la mano. Pero el espectáculo no era necesariamente ver a dos chicos tan opuestos juntos y de la mano, el espectáculo comenzaba cuando cualquier chico ajeno a Shoto lo "halagaba" cuando salía.

Ya fuera algún grito, piropo, mirada lasciva o chiflido, fuera lo que fuera Bakugo saltaría como perro frente a la casa de su dueño al instante, todo mientras el hombre se excusaba con cualquier tontería y Shoto intentaba calmar a su ahora novio.

-¿Cuánto cobras mi amor? -grito un hombre bajando la velocidad del coche pasando a un lado del bicolor, Bakugo gruño por lo bajo sintiendo como el mitad-pelirrojo se tensaba.

-¡Lo mismo que me cobro tu mamá anoche, puñetas!- el rubio alzo el dedo de en medio cambiando de lugar con el mitad-albino.

-Bakugo -murmuro su pareja abrazando su brazo con un puchero- no es necesario.

-¿No lo es?, es un completo imbécil, no tiene porque decirte una mierda, puede meterse sus "halagos" por el culo.

-Tal vez si...

-No, escúchame bien, tú no tienes la culpa de nada. Que ellos sean unos descerebrados que piensan que porque alguien se vista de cierta forma pueden decir lo que piensan sobre ti, no es tú culpa- tomo sus mejillas dando un beso sobre sus labios- se pueden ir a la mierda todos juntos, cualquiera que te diga o intente hacerte algo se las verá conmigo.

-Gracias -susurro el bicolor plantando un beso sobre la mejilla de su novio- sabias que te amo.

-ídem -murmuro desviando la mirada mientras entrelazaban sus manos.

Si, tal vez eran opuestos, como blanco y negro, o tranquilidad y euforia, pero ese mismo lado opuesto era lo que los complementaba, así que nada más les importaba.

Fin.

Y con esto termina dicha historia, no me convenció mucho como quedó pero quería intentar algo un tanto distinto. Espero la hayan disfrutado y muchas gracias por sus votos y leídas. ‹3

Contrary.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora