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Bakugo salió de la escuela, caminaba con gesto pensante, un bostezo salió de su boca y algunas lágrimas de sus ojos gracias a este. En uno de los parques cercanos sus amigos ya lo esperaban, una vez reunidos subieron a sus skates y se dirigieron a la UA. Se sentaron en la banqueta de enfrente a espera de que la joven de cabellos rosas saliera de esta.

-Mira Bakubro es la princesa -golpeo Denki a su amigo haciéndolo que levantará el rostro y justo como decía el chico salía de la escuela con un gesto de fastidio y cansancio-¡Oye, princesa!

-Cierra la boca Denki, deja de decirle así al chico -Kirishima lo reprendió con un golpe en la nuca.

-Viene para acá ya cállense -esta vez el azabache los golpeo a ambos mientras Katsuki veía como al chico esperar a que los autos pasarán para cruzar.

-Eh... Hola, hoy Mina no podrá venir -el chico se quedo en blanco, cinco segundos después era como si recordará algo y continuo- se quedo a hacer un trabajo con Uraraka otra chica del salón. Me pidió que les dijera -hizo otra pausa, como si de repente se avergonzará desvió la mirada- solo eso, hasta luego.

-¡Espera, princesa! -Denki grito aquello haciendo que el bicolor se detuviera de golpe haciendo que el chico volteará haciendo una mueca de confusión combinada con disgusto.

-Deja de llamarme así, soy un chico -declaro con ligero enojo en su tono usado, logrando que un sonrojo inundará el rostro del rubio- pero, ¿Qué sucede?

-Lo lamento, no debí llamarte así -seguía avergonzado por ello pero sacudió la cabeza despejando aquella idea- ¿Quieres acompañarnos al parque de skate?, y, ¿Cuál es tu nombre?

-Todoroki Shoto, y me encantaría pero no puedo. Hasta luego.

Bakugo siguió con la mirada al chico, había algo distinto, pero no lograba descifrar qué, ¿estaba enojado por el apodo?, podía ser probable, pero no lo creía porque entonces se habría enojado desde el día del supermercado, y el día anterior estaba bastante tranquilo. ¿Le habría sucedido algo?, con aquella duda se puso de pie, bastante sumido en sus pensamientos se puso en camino a seguir al chico, ignorando por completo los gritos y llamadas de sus amigos.

-¡Oye pokebola! -grito pero fue ignorado por completo, suspiro y corrió hasta llegar al lado del bicolor- hey, no me ignores.

-¿Qué quieres?

-¿Qué te pasa?

-Nada que te incumba -escupió molesto sin mirar al rubio el cual cansado de aquella actitud se planto frente al chico- quítate, llegaré tarde.

-No hasta que me digas qué tienes -lo tomo por los hombros apreciando el rostro del chico.

Aquellos ojos heterocromáticos de colores tan distintos pero expresando el mismo sentimiento de soledad, aquel sentimiento que deseaba despejar del chico. Noto como este hacia una mueca y desviaba la mirada, sus ojos comenzaban a cristalizarse y aquella fue la señal para que Bakugo lo abrazase.

-No te incumbe -murmuro aferrándose al cuerpo ajeno. Si, aquello era lo que necesitaba pero no tenia la menor idea de ello- no es nada.

-Tranquilo, estaré contigo, ¿si? -murmuro bajo acariciando su espalda.

Había probabilidades de que aquello fuera una mentira, pero Shoto no tenía porque saberlo. Por ahora haría lo posible para cumplir con aquellas palabras.

Contrary.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora