Contrary.

18

-Oye Katsuki -ambos estaban en una banca del parque, Shoto comía un algodón de azúcar mientras Bakugo bebía una malteada de vainilla- ¿Y si en realidad estamos muertos y solamente vemos nuestra vida pasar y cuando morimos en realidad solo aceptamos nuestra muerte?

-Shoto.

-¿Si?

-Deja de leer a Platón, por favor -los ojos carmines se encontraban fijos en el perfil del más alto. Se quedaron en silencio durante un momento sintiendo la suave brisa del aire- pero realmente es un punto interesante... Digo, las personas solemos tener una etapa de negación entonces sería como si el cerebro creará diferentes situaciones para auto consolarte.

-Verdad que si -el heterocromático termino su algodón de azúcar y tiro la bolsa en el bote que estaba al lado- lo que me preguntó es como sería con las personas que desean estar muertas, tipo, ¿Seria como un modo de que ocasiones tu muerte que es lo que sucedió realmente?

-Puede ser, ¿De dónde sacas ese tipo de ideas?

-Tengo mucho tiempo libre -declaro finalmente- por cierto, ¿Ahora, por qué no fuiste con los chicos?

-Bueno... -su rostro se tiñó de rojo mientras continuaba sorbiendo del popote- quería estar contigo.

Shoto se sonrojo al instante, si bien solían pasar tiempo juntos, últimamente era siempre acompañados por Kirishima, Kaminari, Ashido y Sero, el cual a pesar de tener arresto domiciliario podía salir a lugares cercanos; así que el escuchar al cenizo el decirle algo como aquello había sido una total sorpresa sin poder evitar avergonzarse al instante.

-Me gusta esta contigo -esta vez el rubio se sonrojo, aunque Shoto no pudo verlo pues había desviado la mirada- digo, así estemos solo tu y yo o con los demás. Me gusta estar contigo.

-Como sea.

Se sumieron en el silencio, ambos con los rostros sonrojados. Después de unos minutos se pusieron de pie para poder volver a sus respectivas casas, ambos habían concluido sus entrenamientos y se habían dirigido a un parque cercano al gimnasio dónde entrenaba el cenizo después de terminar.

-Deja llamo a Natsuo o Touya.

-En lo que llegan podemos ir a mi casa, está en frente.

-Oh, claro.

Se pusieron de pie y cruzaron la calle, Katsuki entro con Shoto detrás.

-¡Ya llegué! -grito mientras Shoto se disculpaba por irrumpir, una señora rubia salió a los pocos minutos.

-¡¿Dónde estabas, mocoso?! -grito exaltada al ver al bicolor recobro la compostura- ¿Por qué no me dijiste que venías acompañado?

-Buenas noches. Soy Shoto Todoroki, lamento molestarla.

-Oh, no te disculpes, que joven tan educado, no como otros. ¿Quieres pasar a comer o beber algo?

-Muchas gracias, pero no quiero molestar. En realidad, ya vienen por mi.

-Entiendo, toma asiento por favor. Y tú, ¿Dónde estabas?, Te estuve marcando muchas veces, nunca respondes el maldito celular, ¿Lo tienes de adorno o qué?

-Estábamos en el parque -respondió con fastidio tomando asiento al lado del heterocromático- ¿Ya vienen?

-Según esto Touya ya viene para acá, le mandé la ubicación así que no debería tardar mucho.

-Bien, ¿Seguro que no quieres nada?, Solo has comido azúcar.

-Solo, agua. Realmente no quiero molestar con eso -tomo el vaso que le tendía el cenizo, mientras tanto la madre del cenizo se encontraba en la cocina preparando la cena.

-No molestas, nunca lo haces.

Shoto sonrió avergonzado ante aquello, sin notar como al mujer rubia los veía desde la isla de la cocina. El claxon sonando lo hizo levantarse de inmediato, dejo el vaso en la mesa de  centro antes de dirigirse a la entrada.

-¡Gracias por todo! -grito desde la puerta y vio al oji-carmín- te veo mañana.

-¡Hasta luego!, espero vuelvas luego -grito la fémina desde la cocina.

La mujer sabía con certeza que ese chico pronto volvería a visitarla.