28. ¿Qué demonios le sucede a los jóvenes? Los adultos no los logran comprender

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Era inútil querer retrasar esa charla tanto en el caso de Chase como el de Hannah, ambos estaban enfrente a la única persona que compartía su sangre en el mundo, sabía que no era necesario remendar ni obligar a querer a la familia cuando está le ha hecho tanto daño pero sucedió que mientras cargará con ese daño jamás iban a sanar y en esta parte de su vida, necesitaban urgentemente sanar.

Hannah dio el primer paso-, estás encaprichado a devorar todo lo que tenga zanahoria, justo como un conejo -comentó Hannah durante el almuerzo, viendo cómo su padre comía con bastante agrado el guisado de zanahoria.

John tragó un gran pedazo sin terminar de masticar, empieza a toser hasta que bebe agua.

- Hahahah -ríe por el suceso, ambos se miraban y entre ellos, el tiempo que ha pasado- eso quiere de decir que no he cambiado tanto como creía -dice con nostalgia, recordando aquel halloween donde toda la familia Hundson se disfrazaron de conejos y Jean, comentó casi lo mismo que Hannah acababa de decir.

- Me gustaría hablar contigo más tarde -voltea a mirar a las dos personas restantes que estaban en la mesa-, a solas, por favor -pido mientras seguía comiendo.

El hombre asiente con leve nervios. Luego de haber terminado y tal como se lo había prometido a su hija, estaban en su despacho para hablar a solas. Quizás lo que Hannah desconocía era que John también tenía cosas que decir, una conversación pendiente que estaba esperando para que sucediera.

- A veces me preguntó, ¿Qué les pasa a estos jóvenes? Que los adultos no los logran comprender -dijo John una vez estuvieron con las puertas cerradas, Hannah frunce el ceño sin entender mucho a lo que se refería.

- ¿A qué se debe ese comentario? -indaga curiosa, John deja su anterior actitud nerviosa y opta por la seriedad.

- Hannah, aquí estuvo Russo -comenta.

La joven se acomoda en su asiento, solo escuchar su nombre la desarma un poco- Era obvio, la recepción de su boda fue en el jardín de esta casa -dijo nerviosa, restando importancia al comentario de su papá.

Hasta donde su amigo y profesor le había comentado tiempo atrás, él había hablado con John para pedirle ser su padrino y este había aceptado y hasta ofreció su jardín para que la ceremonia se llevará a cabo. Tanto es su cariño que ambos encantados aceptaron hacerlo justo ahí.

- Tienes razón, la boda se suponía iba hacer en ese jardín que está detrás mío pero lo que sucede es que no hubo boda -dijo con una mirada muy penetrante, Hannah no pudo ocultar su asombro y distintos pensamientos la asaltaron.

Había un halo de esperanza, fue lo primero que pensó pero era imposible además, el segundo pensamiento y más posible era que su padre lo supiera todo.

- Debo decir que me asombra, ese hombre siempre ha sido muy fiel a su deber como si le picara el trasero por dejar de hacer lo correcto -dijo, esperó una reprimenda de John pero no sucedió, este solo la seguía mirando casi se sentía como si la juzgará- y también debo de suponer que ya lo sabes todo, ¿no?

John se cruzó de brazos-, ¿Qué es todo? -indaga.

Suspira exasperada- Tuvismo sexo, yo seduje a tu gran amigo y me acosté con el, ¿listo? -dijo con ligera rabia, no tenía necesidad de hacerlo, volver a decir aquello.

Frota su barba- mira, hija no te puedo negar que fue un gran golpe y estuve a punto de romperle la cara a Russo pero también necesitaba saber tu verdad, por eso te pedí que me contaras tu parte ¿Cómo te sientes?, ¿Por qué sucedió eso?, ¿Qué esperabas de esa relación? Son muchas preguntas pero enserio deseo saber sobre ti, tengo delante mío a una Hannah que desconozco, una mujer que no he visto por cuatro años.

Gusto Culposo ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora