Alma de madre.

Capitulo 6

Sebastian's P.O.V.

Misschan se retiró y me quede a solas con los postulantes. Les dedique una sinica sonrisa.

-Bien, comencemos con la primera prueba.- dije.

La primera prueba fue sencilla para todos, consistía en hacer algunas tareas simples. La segunda también era sencilla, era la prueba de cocina. La tercera prueba les pareció un examen a todos, les había preparado una prueba escrita bastante especial. No fue sino hasta la cuarta prueba que las cosas se pusieron interesantes.

-Muy bien, todos. Por favor, escojan sus armas.- le dije al grupo estando en el patio trasero de la mansión.

Había preparado un par de pruebas de habilidad, y para empezar quería probar las habilidades de los postulantes con las armas. Todos hicieron sus elecciones. Pude oír murmullos, todos se preguntaban de qué iba esta clase de prueba.

-Muy bien, todos deben disparar a los blancos que preparé. Esta es una prueba de puntería.

Cuándo di la señal comenzaron a dispararle a los blancos. La mayoría fallaba, pero hubo uno que tuvo una puntería perfecta.

-Felicidades, hizo un excelente trabajo.- le dije.

-¡Esto es pan comido para mí!- me respondió él.

-¡No es justo! ¡Nos dió armas de fuego a todos!- se quejó un muchacho pelirrojo -Si hubiera tenido arco y flecha habría tenido ventaja...

-Así que arco y flecha, ¿eh? Creo haber visto unos en el sótano, iré a buscarlos.

Volví con el arco y algunas flechas en cuestión de minutos y se las dí al jovencito. Este apuntó al blanco que le corespondía y disparó todas las flechas. Una por una, las flechas dieron justo en el centro del blanco, atravezando la flecha anterior con una nueva... Al parecer los elegidos para trabajar en la mansión comenzaron a destacar de entre el grupo...

__________'s P.O.V.

La tarde ya había abanzado bastante y parecía que las pruebas habían terminado. "Por fin", pensé. Terminé de cambiar a James y luego ordené sus cosas. Mi pequeño estaba muy inquieto, no dejaba de mover su cabecita de un lado para otro mientras agitaba torpemente sus brazos t piernas...

-Mi niño, que hermoso eres...- le dije, recostándome a su lado sobre mi cama - Ojalá tu papá estuviera con nosotros... Estoy segura de que lo harías muy feliz, igual que a mí, mi tesoro...

Me senté en el borde de la cama. Nuevamente contemplé mi alianza matrimonial. No sé qué sentido tiene seguir aferrándome a este anillo... Después de todo jacob no va a regresar, ya no estoy casada, ahora soy viuda... Con mi mano temblando me dispuse a quitar el anillo de mi dedo, y cuándo por fin había reunido las fuerzas suficientes para hacerlo, la puerta se abrió.

-Misschan, ya es hora de que conozca a los nuevos sirvientes.- dijo Sebastian, notando entonces lo que yo estaba a punto de hacer -... Misschan...

-Sebastian... No puedo...- mi mano seguía temblando, separarme de aquel objeto que simbolizaba mi unión con Jacob; mi unión con un hombre que ya no estaba, me era tan difícil que no podía hacerlo sola, y esto me hizo sentir patética -... Quítalo.

Finalmente logré darle esa órden. No me di cuenta de cuándo fue que Sebastian se había acercado a mí, sólo supe que al siguiente segundo lo tenía enfrente de mí. Sentí cómo tomó mi mano y sus dedos sujetando la alianza. Sentí cuándo la alianza se deslizó por mi dedo y ya no estaba allí. Ahora sentía que me faltaba algo en mi mano, pero ya era momento de seguir adelante y terminar con el duelo... Por mi bien y el bien de mi hijo; sobre todo por el de mi hijo.