Capitulo 31

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Por el resto de la canción, volví a mirar al Vizconde. Él me dedicaba una sonrisa y no despegaba su mirada de mis labios, lo cuál se sentía incómodo.

-______...- me dijo mientras bailábamos.

-¿Sí, Aidrian?- le respondí.

-Cuándo bailo contigo... Me siento como si fuéramos uno solo.- comenzó a acercarse a mi rostro.

-Aidrian...

No sabía qué hacer, ese sujeto iba a besarme y yo no tenía forma de rechazarlo sin llamar la atención e iniciar un escándalo. Por suerte para mí, alguien se acercó y realizó un cambio de parejas. Pasé de encontrarme cara a cara con un depravado que quería besarme, a encontrarme bailando con Matthieu.

-¡Lo siento, Vizconde, yo bailaré con ella ahora!- le dijo a Aidrian con una sonrisa burlona y luego me dirigió una mirada seria -Eso estuvo cerca.

-Gracias por intervenir- le dije -, entré en pánico y no sabía qué hacer.

-Pensé que querías besarlo...- suspiró.

-¡No, para nada!

-Entonces, qué alivio.

-... ¿Por qué te preocupa tanto si quiero besar a alguien o no?- pregunté llevada por la curiosidad.

-Bueno- se sonrojo y desvió la mirada -... Solo no quiero que mi amiga se enamore de alguien como ese sujeto.

-¿Te dieron celos?- me sorprendí, pero a juzgar por la forma en que miraba en todas direcciones buscando un pretexto supe que había dado en el blanco.

-N-no... Es que... Y-ya te lo dije...

-Oh, ya veo... Entonces, no estas celoso de que haya venido con Sebastian tampoco, ¿verdad?- le sonreí con picardía.

-... ¿Ya probaste los bocadillos? Están muy buenos.

Dejé salir una risa leve. La música terminó y dejamos de bailar. Sebastian se acercó de inmediato a nosotros. A juzgar por la forma en que miraba a Matthieu, a Sebastian no le había agradado en lo más mínimo que fuera el Conde quien me sacara de aquella situación con el Vizconde.

-Bueno, ¿de qué hablaron?- me preguntó Matthieu.

-De lo que necesitábamos hablar.- sonreí -El Vizconde insistió en que Daniela sea atendida en su clínica.

Antes de que nuestra charla continuara, los músicos volvieron a tocar. Tanto Sebastian como Matthieu extendieron sus manos hacia mí para invitarme a bailar. Me vi en la incómoda situación de tener que escoger entre ellos mientras se veían mutuamente de forma poco amigable.

-Lo siento, Conde- comenzó a decir Sebastian -, pero my lady bailará conmigo.

-¿Por qué bailaría con su mayordomo cuando puede bailar conmigo?

-Resulta que esta noche no soy un mayordomo, sino un acompañante.

-De todas formas, _________ me prefiere.

-Yo no estaría tan seguro si fuera usted, Conde.- sonrió cínico.

-De echo- interrumpí -, no bailaré con ninguno de los dos hasta que sean capaces de ponerse de acuerdo.

Me di media vuelta y me fui hacia donde estaba April...

Daniela's P.O.V.

Pasó al menos media hora después de que _________ y Sebastian se fueran al baile de máscaras antes de que todos los sirvientes se hubieran ido a dormir. Yo no me sentía cansada para nada, así que conti. F33ee4i a la biblioteca en silencio, tomé algunos libros y volví a mi habitación.

Al encender la luz, vi a James sentado al borde de mi cama, con sus pies pequeños hamacándose descalzos en el aire y sus ojos grises adormilados pero fijos en mí. Desde que estoy aquí he adorado a este niño, pero él nunca me dirige la palabra.

-James, ¿qué haces aquí? Deberías estar durmiendo.- le dije.

-... Quiero que mamá y Sebastian vuelvan...- dijo con voz cansada.

-Volverán más pronto si te duermes.

-¡Mentira! Sólo no me daré cuenta que el tiempo pasó, pero dormir no lo hará más rápido...- protestó.

-Bueno... ¿Qué tal si te leo hasta que ellos regresen?

Asintió con su cabeza. Me subi a la cama y me acosté, invitandolo a que se acostara a mi lado. James aceptó de nuevo y una vez que se sintio comodo comencé a leerle.

Pasaron unas tres horas y media antes de escuchar pasos en el pasillo junto con las voces de Sebastian y ________.

_________'s P.O.V.

Pasé el resto del baile hablando con April. Un muchacho bastante atractivo intentó coquetear con ella y la animé a que intentara conocerle mejor. Dijo que aún no estaba lista para olvidar a Marc, a lo que le respondí que no tenía que hacerlo, sino que solo debía seguir con su vida y atesorar los buenos recuerdos a su lado. Después de eso conocí a muchas personas en el baile, pero no volví a bailar durante esa noche.

Sebastian y yo regresamos a la mansión después del baile.

-Realmente no puedo creer que te pasaras toda la noche discutiendo con Matthieu.- le dije.

-Intentamos ponernos de acuerdo, pero no lo logramos, Misschan.

-¡Al menos solo ha sido una discusión verbal!- suspiré.

Antes de que esa discusión continuara, una puerta del pasillo se abrió y James y Daniela salieron del interior de esa habitación.

-¡Mami, Sebastian!- dijo James, abrazándose a nuestras piernas -¡No se vayan nunca más sin mí!- sollozó.

-James...

Me apresuré a cargarlo en brazos y darle un cálido y fuerte abrazo.

-Quiero dormir contigo...- me dijo aún llorando.

-Está bien, mi tesoro, puedes dormir conmigo por hoy.- le dije al oído.

-... y Sebastian también...- añadió.

Esa idea me hizo ponerme algo nerviosa... Sebastian otra vez en mi cama, conmigo y mi hijo, si se hacía costumbre James podría malinterpretarlo con el tiempo... Como fuera, terminé aceptando que fuera así y James solo se calmó entonces.

-Buenas noches.- me dijo Daniela luego de que James se calmara.

-Buenas noches, Dani. Gracias por cuidarlo.- le respondí con una sonrisa.

-No fue nada.- sonrió ella también.

La vi volver a su habitación y luego le dije a Sebastian que fuéramos a la mía. Sebastian no tardó en abrir la puerta y preparar la cama. Yo recosté a James de inmediato y me cambié para dormir, ayudada por ese leal demonio mayordomo, quien se quitó su traje y se acostó con nosotros una vez que yo estuve en la cama. No pasó mucho antes de que James cayera dormido, y yo le seguí.

A partir de mañana viviremos algunos días agitados y estresantes...

Alma de madre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora