Capitulo 22

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Silver's P.O.V.


Dejé a Misschan frente a la entrada de la editorial temprano a la mañana. Ella dijo que regresara a la mansión y esperara su llamada para volver por ella a la editorial, así que cumplí con sus órdenes.

Volví a la mansión y cuando llegué a la entrada, Birger me saludó con una sonrisa en su rostro mientras sacudía su mano de un lado a otro. Bajé del auto un momento y lo vi también con una sonrisa.

-No pensarás entrar el auto al garaje, ¿o sí? Andelin y Keilin están disfrutando el día festivo en el jardín, yo no me atrevería a molestarlos, nunca se sabe, podría ver algo que no deba...- bromeó.

Dejé salir una leve risa, acercándome a él. Desde que comencé a trabajar aquí, Birger y yo hemos pasado mucho tiempo juntos, nos hemos convertido en los mejores amigos, lo sé todo de él y él lo sabe todo de mí... O al menos eso piensa él...

Desde hace algunos meses, mi amistad con Birger ha estado cambiando, por lo menos desde mi parte. No sé muy bien cómo pasó, pero cuándo me di cuenta, adoraba esos ojos, esa sonrisa, y la cicatriz en su mejilla que lo hace ver cómo un chico rudo, además de su personalidad, siempre alegre y bromista... Él es demasiado especial para mí, mis sentimientos por él son cada vez más fuertes, y me asusta que si me declaro él pueda alejarse de mí...

-Diablos...- lo oí decir luego de un rato charlando -Siempre me siento lamentable en esta fecha...

-¿Ah?- lo vi preocupado -¿Por qué dices eso?

Birger me vio a los ojos, iba a responderme pero cambió de opinión y bajó la mirada.

-Olvídalo, no tiene importancia...

-Am... ¿Tiene que ver con una persona especial para ti?- pregunté con timidez, ese era el único tema que nunca habíamos tomado para una conversación.

-Bueno... Sí, hay alguien que me importa y con quien me gustaría pasar todo el día de hoy.- admitió con un leve sonrojo en sus mejillas.

-Ah, ya veo...

Miré en otra dirección, seguramente estaba hablando de una chica. Odiaría admitirlo delante de él, pero siempre pensé que a Birger le gustaban las chicas, y eso me hacía sentir celoso y desilusionado... A veces incluso quisiera haber nacido como mujer para poder gustarle...

-Yo... Llevaré el auto al garaje ahora...- dije con voz apagada luego de un silencio incómodo.

Comencé a alejarme en dirección al auto.

-¿Eh? ¡Espera, no te vayas!- me dijo Birger, siguiéndome.

-Volveré a seguir charlando de inmediato después de guardar el auto, si es lo que quieres.

Me disponía ya a abrir la puerta del auto para entrar en él cuándo Birger me detuvo tomándo mi mano con las suyas.

-Espera, de verdad... Silver, quiero...

Voltee a mirarlo, otra vez estaba sonrojado, parecía no saber qué decirme y avergonzarse por esto. Me sorprendí. Por unos minutos ninguno de los dos se movió, hasta que Birger me jaló hacia él. Me hizo girar y me acorraló contra un tronco de un árbol.

-¿Q-qué...?- eso fue todo lo que pude decir.

Birger me miraba seriamente, sus manos me impedían alejarme del árbol. Me puse muy nervioso, Birger comenzó a acercar su rostro al mío lentamente y yo debía estar rojo cual tomate...

-No voy a dejar que te vayas así como así, Silver, no hoy.- me habló seriamente.

Su aliento gélido golpeó mi piel cuándo me habló, y un segundo después Birger rompió la corta distancia entre nosotros, besándome...

Alma de madre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora