Alma de madre.

Capitulo 5

Sebastian's P.O.V.

        Tras dejar salir esas palabras para despedirme de Misschan, baje casi corriendo (aunque no lo necesitaba realmente para moverme con rapidez) a terminar mis tareas y encerrarme en la que Misschan había elegido como mi habitación.

        Pensaba tirarme directamente en la cama, pero hubo un cambio de planes cuando pase frente al espejo y anclé mis manos a cada lado de este. Me sentí furioso conmigo mismo y el reflejo comenzó a variar entre mi forma humana, mi verdadera forma y la animal, aunque físicamente permanecía en mi forma humana.

        "¿Qué pasa contigo? ¡Idiota! ¡________ es tu próxima cena, deja de pensar en ella como mujer y piensa en ella como lo que se supone que es para ti!" pensé como si me lo dijera aquel reflejo parpadeante.

        -Se supone...- susurré -Las suposiciones son falsas. ________; Misschan; Milady o como quiera llamarla, ella ES una mujer después de todo... Y una tan buena como malvada...

        "Pero ella es humana y tu un demonio. Las almas humanas siempre serán tu fuente de alimento, Sebastian, y por más que decidas no cenarte el alma de ________, su belleza se ira con los años, ella no puede mantenerse joven por siempre como tú, y cuando eso ocurra dejaras de verla como mujer, ¿cierto?" volví a reprocharme mentalmente. Me quede en silencio.

        Comence a imaginarme a Misschan, su rostro transformandose lentamente con el pasar de los años, con algunas arrugas, su cabello negro comenzando a perder su color... Pero esos ojos color avellana no cambiaban, y a pesar de ahora tener en mi mente la imagen de una __________ bastante más anciana, seguía sintiendo que era realmente hermosa.

        "Eres un demonio, idiota." me dije y me quede en blanco, para luego tener un pensamiento más poderoso y tan certero como el anterior "Si, soy un demonio, pero antes que eso soy un hombre."

        Dejé salir un suspiro áspero y esta vez hice lo que desde un principio había querido, me deje caer sobre la cama. Sentía celos, de esos 3 a los que Misschan planeaba conquistar para vengarse de su madre y del pequeño James, el cual era el único que recibía su amor realmente. Quisiera poder probar aunque solo sea una vez el amor de Misschan...

        Otro día, la misma rutina matutina. Entré en el dormitorio de Misschan, esperando oír los llantos de James Bocchan inmediatamente después de mi llegada, pero esta vez fue diferente. No hubo llantos y Misschan no se despertó. Observé hacia la cuna del bebé y la vi vacía, luego vi hacia la cama de Misschan y dejé salir un suspiro de alivio ya que no tendría problemas esa mañana.

        Misschan estaba dormida en su cama de sabanas blancas junto con su hijo. Dejé el té matutino sobre la mesa de luz y recogí un libro de cuentos en francés, abierto en el inicio de la historia "Exemplaire unique".

        Me sorprendí por un momento y luego contuve una lisa leve, provocada más por la ternura que ocasionaba imaginar esa escena que por burlarme. Recogí varios libros que habían apilados junto a la cama y los dejé sobre una silla para llevarlos luego a la biblioteca.

        -Misschan, ya es hora de despertarse.- la llamé.

        -Mmh...- se sentó en la cama y frotó sus ojos mientras bostezaba, para luego abrirlos y ver a su hijo, todavía dormido a su lado con una sonrisa -Buenos días, Sebastian.

        Volteó a mirarme, se veía muy cansada, pero a pesar de eso estaba feliz. Le entregué su taza de té y fui por su ropa: unos jeans oscuros, una polera negra y una chaqueta gris con unas botas de tacón, también en color gris. Cómo ultimo detalle, el collar favorito de Misschan será colocado alrededor de su cuello. Su cabello negro y largo debe ser cepillado siempre con suavidad y parte de este debe cubrir su ojo derecho para esconder la marca del contrato de las demás personas... Como siempre, Misschan se veía hermosa.

        -¿Hiciste lo que te pedí ayer, Sebastian...?- dijo, tomando una segunda taza de té.

        -Sí. Revisé los papeles y llamé a la mitad para una prueba. vendrán esta tarde, y si Misschan me permite, seré yo quien le tome la prueba a los postulantes.

        -¿Por qué quieres encargarte de eso? Con que logren cumplir su trabajo es completamente suficiente...

        -Misschan, usted es una mujer demasiado simple.- suspiré -¡Cómo sus sirvientes, yo y quienes obtengan sus empleos esta tarde, debemos ser capaces de proteger la mansión, a usted y James Bocchan frente a cualquier situación!

        Misschan me vio con bastante seriedad, aunque en su rostro veía algo de sorpresa. Luego de unos segundos dejó salir una risita que la hacía verse como una adolescente común y corriente.

        -Eres divertido y lindo cuándo dices cosas así, Sebastian...- dijo en voz baja, sonriendo para luego terminar su té y ponerse de pie -Vamos abajo. Dejaré que te encargues de la prueba de selección esta tarde, Sebastian.

        -Misschan, ¿está lista?- le pregunté por tercera vez, ella se veía fijamente al espejo, parecía estar en trance, sumergida en sus pensamientos -Misschan... Misschan, los postulantes están esperando... ¿Misschan...?

        -... Sí...- suspiró y se puso de pie, había tenido una mañana agitada - Sólo necesitaba descansar un poco. Tráeme a James y vamos al recibidor.

        -Entendido.

        Hice lo que me pidió. Por primera vez ese día el bebé no lloró cuándo me acerqué, aunque se movía mucho mientras lo cargaba en brazos para llevarlo con su madre. Misschan tomó a su hijo con una sonrisa y bajamos de inmediato.

        Le abrí la puerta que conducía del recibidor a la sala y de inmediato entró, haciendo que todas las miradas se centraran en ella. La veían con asombro, admiración y; algunos de los postulantes, con cierto interés que me molestaba pero que era inevitable. Tendría que deshacerme de ellos durante las pruebas...

        -Les presento a Lady _______ Wynne y el joven amo James.- dije, haciendo una reverencia ante Misschan.

        -Buenas tardes a todos.- comenzó ella con una sonrisa -Esta tarde serán puestos a prueba. Ahora son 30, quienes fueron seleccionados para rendir esta prueba, pero sólo 7 de ustedes obtendrán trabajo hoy. Sebastian; mi mayordomo, será quien les tomará las pruebas. Buena suerte a todos, veré a los afortunados al final de la jornada.