Sebastian's P.O.V.
Misschan entró en el salón comedor y se sentó en su silla a la cabeza de la enorme mesa de nogal tallado. Yo ya había colocado el cochechito del niño al lado de esta silla, y vi cómo su madre lo dejaba en él.
-¿Preparaste lo que pedí para el desayuno de hoy?- me preguntó.
-Así es: preparé el arroz con leche como pidió Misschan. También los biscochos de chocolate y dulce de leche, algunos cereales y tostadas a la francesa.
-¡Perfecto! Nada como un buen desayuno para un largo día.- sonrió.
En las cortas 3 semanas que han pasado desde que hice un contrato con esta humana, no la había visto sonreír más que cuándo estaba con su hijo. Parece que su seriedad de las últimas semanas se debía a lo que sucedió cuándo hicimos el contrato y la perdida aún no superada de su esposo.
Me quedé a un lado de la mesa, bastante cerca de _______, observándola mientras desayunaba. Ella disfrutaba al máximo de cada bocado, y comía de una forma bastante sofisticada y sin ensuciarse más que sus dientes cuándo masticaba. Apenas terminaba me pedía que llevara al pequeño James a dar un paseo en su cochecito por el jardín, mientras que ella iba a lavar sus dientes y revisar su agenda.
-Cuándo hice el contrato con _______, no creí que tuviera que ser tu niñera.- le dije al pequeño bebé que giraba su cabeza en todas direcciones, moviendo torpemente sus pequeños brazos y piernas y luego solté un suspiro de frustración -... Cómo si lo entendieras...
En ese momento el pequeño comenzó a reírse. Parecía que se estaba burlando de mí, pero apenas me acerqué un poco a él intentando averiguar por qué estaba riéndo comenzó a llorar.
-No... No... No llores... ¡Maldición! ¡Shh, ya calmate! ¿Y ahora qué se supone que haga? ¡Shhh...! ¡Maldición, ¿por qué no te calmas?!
Intenté calmarlo, pero sólo empeoraba.
-Déjalo, yo me encargo.- oí decir a __________.
Me había concentrado tanto en tratar de calmar a ese niño, que no noté la presencia de _______ hasta que habló. Me aparté y dejé que ella lo calmara.
-No sé cómo lo hace, Misschan.- suspiré.
-¿Perdona? No te estaba escuchando.- dijo, volteando su mirada hacia mí.
Incliné mi cabeza hacia un costado y solté un suspiro, ella siempre le presta más atención a ese niño que a cualquier otra cosa o persona. No sé por qué me sorprendo, después de todo ella me vendió su alma para poder proteger a su hijo.
-Decía que no sé cómo lo hace, Misschan. Usted tan sólo tiene 19 años, pero es una excelente madre. Además, no he conseguido calmar al joven amo James ni una sola vez en las 3 semanas que he estado a su lado.
-Bueno, siempre quise tener una familia. Además, me gustan mucho los niños, hasta antes del nacimiento de James iba a diario a una clínica para personas con cancer de todo tipo como voluntaria, siempre jugaba con los niños... Hace tanto que no voy por allí...
-Ya veo...- sonreí y luego vi la hora en mi reloj de bolsillo -Misschan, debemos irnos. Tiene una reunión con los superiores de la editorial en media hora, y luego hay que ir a hacer las compras.
-Sí, es verdad.- suspiró, volviendo a mirar a su pequeño hijo y cargándolo en brazos -Lleva el cochecito a la mansión y ve a sacar la limusina de la cochera; no- pensó por un momento -, mejor el Maybach Landaulet, que es más pequeño.
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Alma de madre.
Fiksi PenggemarCuando secuestran a su hijo de dos meses, un fuerte y oscuro deseo nace dentro de __________ Wynne. Accidentalmente invoca la presencia de un demonio, a quien dara su alma a cambio de recuperar a su hijo y vengarse de todos aquellos que se interpong...