Capítulo 15
Tradiciones.En las familias siempre existen las tradiciones. Existen para poder mantener la cultura y la historia de la familia. Eso es lo que se le había enseñado. Eso es lo que las personas a su al rededor siempre le dijeron. Era algo que tenía arraigado, algo en lo que creía firmemente, algo que creería hasta el día de su muerte.
Y una de ellas era el día de muertos. A lo largo de su, no tan larga, vida su madre le había enseñado que esa tradición en especial era importante. Por que ese día era posible reunirse con las personas que se perdían en el camino a la muerte, honrandolos y recordándoles que aún vivían en sus corazones.
Y amaba eso. Cada año su belita iba a Japón, los visitaba y celebrarán el día de muertos juntos. Hacían pan de muerto y cocinaban pozole. Hacían sopes para desayunar, preparaban el caldo y el mole después del desayuno, por que antes de este cocinaban el pan de muerto, y en la tarde, cuando la comida se preparaba, colocaban la ofrenda.
Notaba que cada vez que ella venía traia una caja más grande de fotos, por que más personas morían en su pueblo. Cargaba con más papel picado, más velas, más dolor, más arrugas.
Sabía que cuando ella muriese podía reunirse con ella dos días al año, decirle cuanto la extrañaba, lo sabía, solo que no quería que muriera tan pronto.
Por otro lado, a lado suyo, estaba su novio falso. Temblando cuál gelatina por la idea de conocer a sus suegros. Si tan sólo supiera cuán hermoso se veía justo así, si tan solo supiera que su perfección era más que suficiente para poder eclipsarlo. Pero no lo sabía, y eso era una pena.
No tardaron demasiado en llegar a casa de sus padres. Creía que Shoto explotaria así que se estacionó. Pasó su mano por el muslo del menor, intentando transmitirle algo. Pero no pareció notarlo, hasta que tomó aire para hablar.
—No voy a agradarles. A penas y entiendo español, no sé cocinar, no sé convivir, soy demasiado torpe y tonto para estas situaciones. Voy a arruinarlo todo, Sero, mejor me regreso a mi casa.
Realmente no se tomaba el tiempo de verse al espejo, y eso era tan triste. Era triste ver que ese chico hermoso a lado suyo no podía apreciarse.
Yo lo hago.
—Van a amarte, príncipe.
Dijo con cuidado. Sabía que detestaba ese apodo, pero tal vez en esta ocasión lo haría reír.
—No soy un príncipe.
Claro que lo eres, mi lindo principito.
—Tampoco un tonto.
Su voz era suave y delicada, tranquila. Salio del auto para abrirle la puerta, si su belita no veía eso, y sabía que estaba espiando por la ventana, le reclamaria por sus modales. Por que su familia crió a un caballero, y como caballero moriría.
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Cliché
Random-Podríamos fingir que estamos juntos-Dijo el más alto con una sonrisa. -Eso es estúpido. -No, no lo es, fingiremos un épico romance, lleno clichés, como en los mangas, entonces nos dejaran en paz ¿trato? -Trato. Historia chicoxchico, si no disfruta...