Antes de empezar este capítulo quiero aclarar que esto no es canonico. Es un "¿Que tal si...?" inspirado en la canción "memories" de Conan Gray. Es un vistazo a que hubiera pasado si Hanta y Shoto nunca hubieran hablado las cosas. Sin más que decir, que lo disfruten.
Shoto había pasado tanto tiempo deprimido que no recordaba lo que se sentía disfrutar algo. Como se sentía emocionarse o hacer algo que le gustaba con uan sonrisa. Seguía yendo a su academia, siendo el mismo frío bailarín que solía ser antes de Hanta. El mismo chico que detestaba lo que era su vida y casi muere por sus descuidos. El mismo que lloraba cual niño abrazado a su almohada hasta desmayarse del cansancio.
Habían pasado 6 meses desde que Hanta y el "terminaron", aunque realmente nunca fue real. Solo eran amigos fingiendo amarse. El problema fue que el lo amo de verdad, con cada parte de su cuerpo y su alma. Tanto como para ya no sonreír como con Hanta. Extrañaba a la familia Sero, y aún quería jugar béisbol con el señor Tadashi y aprender a cocinar pozole con la señora Ximena, extrañaba a su familia, a Hanta. Extrañaba tanto lo que tenían antes.
Parecía en pausa, como si todo a su alrededor se hubiese detenido en el momento en el que salió del auto con lagrimas en los ojos. En el momento en que ambos dejaron de hablar. Todo acabo ese 25 de diciembre. Todo termino con ese te amo a penas dicho mientras lo veía a lo lejos. Con esas palabras que no le pudo decir a la cara por que fue demasiado cobarde para admitir que ya no era solo un trato para el.
Recuerda ese momento. Como a pesar de que el teatro estuviera lleno de personas el solo podía ver a Hanta. Con su sonrisa encantadora y un aplauso que podía distinguir entre los demás. Con una de sus playeras estampadas y un saco negro. Sus ojos tan oscuros viéndolo sólo a él. No importaba si había al menos otros 20 bailarines en el escenario, Hanta tenia su vista fija en el, y lo sabia.
Y Shoto sólo estaba viendo a Hanta. Solo podía pensar en el, en lo cómodo que estaba, en lo feliz que era; por que así era como el mayor lo hacia sentir, vivo y feliz. Entonces lo dijo, dijo aquellas palabras que por tanto tiempo temió compartir en voz alta.
"Te amo"
En una voz tan baja que solo se veía el movimiento de sus labios. Pero Hanta lo entendió, había comprendido todo. Como si supiera lo que estaba pensando. Por unos segundos todo se sintió real, se sintió como si de verdad fueran pareja, como si no hubiera un trato, como si cada cosa que dijeron no fuese una mentira. Por un segundo todo fue verdadero, y ellos solo eran una pareja en diciembre, en un teatro, solo eran Shoto y Hanta.
Su cabeza solo repetía eso, una y otra vez. Estaba solo, en su casa, en su habitación, con esa mirada triste y perdida, intentando ordenar lo desastrosa que era su vida ahora. Solo. Con todos sus hermanos en el extranjero. Sin poder hablar con su padre. Estaba solo, otra vez, otra vez estaba solo.
Con el suéter amarillo de Hanta, del que no salía, más que para lavarlo ocasionalmente o salir con sus amigos, si es que no les decía que tenía escuela por que era demasiado "exigente" y tenía que seguir entrenando. A veces le daba miedo perderlos también, pero estaba triste y no quería pensar nada más.
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Cliché
Rastgele-Podríamos fingir que estamos juntos-Dijo el más alto con una sonrisa. -Eso es estúpido. -No, no lo es, fingiremos un épico romance, lleno clichés, como en los mangas, entonces nos dejaran en paz ¿trato? -Trato. Historia chicoxchico, si no disfruta...